Los almacenes de Tabacalera en Vigo y alrededores se encuentran a rebosar de tabaco rubio de contrabando

Los almacenes de Tabacalera en Vigo y zonas cercanas se encuentran a rebosar, principalmente de cajas de la marca Winston, que supone más del 80% del total del tabaco introducido clandestinamente en este área. Los frecuentes apresamientos hacen que se desborde la capacidad de almacenamiento, e incluso el puerto de Vigo comienza a saturarse de embarcaciones, aunque ayer hubo una subasta en Pontevedra y pronto serán entregadas algunas a sus nuevos dueños. Precisamente en la madrugada de ayer se produjo un nuevo apresamiento: Una lancha con 40.000 cajetillas en el cabo Silleiro, al sur de Bayona.

A las 4.30 horas de la madrugada, la lancha aduanera LVR-11 comprobó en el radar dos manchas sospechosas, correspondientes a barcos buscados durante varías horas. Se acercó despacio hacia ellas y, ya muy cerca, les lanzó proyectores de luz para identificarlos. Una de las embarcaciones contrabandistas viró violentamente y salió como una centella hacia el mar abierto; la otra, más lenta -posteriormente se comprobó que tenía tres motores- buscó desesperadamente una cala en la costa. La zona donde se produjo este incidente es rocosa y carece de playas, pese a lo cual sus tripulantes se metieron entre las piedras a gran velocidad.La patrullera realizó disparos de advertencia con su fusil ametrallador, pero durante algunos minutos llegó a perder el contacto con los perseguidos. Cuando localizó de nuevo la lancha, ésta había encallado, sus tripulantes habían desaparecido y tenía una vía de agua en un costado, abierta tras el choque con las rocas. Los aduaneros tuvieron que recurrir a una gamela -pequeña barca utilizada fundamentalmente para el marisqueo- que faenaba en las cercanías, para que acercara un cabo hasta la lancha y poder remolcarla. La gamela estaba ocupada por un solo pescador, que al principio no parecía contento de lo que le pedían: "Teñan cuidado, non me vaian a romper os aparellos". Desde esta pequeña barca pudieron tomarse fotografías, uno de los escasos testimonios gráficos que existen de apresamientos en el mar.

Respecto a la otra lancha -del tipo planeadora- la velocidad de huída utilizada pudo estar en torno a los 45 nudos (72 kilómetros por hora). Un tripulante de la patrullera alcanzó a ver tres motores fuera borda situados en la popa, y quizá otros dos a los lados los demás ocupantes de la lancha no tuvieron tiempo de ver nada-, "lo que le daba más el aspecto de un reactor que el de un barco". Los motores fuera borda de la lancha apresada tienen cada uno 235 caballos de potencia, y era la más lenta de las dos; ello permite hacerse una idea de la preparación de la otra.

Una noche más, el combate en el mar terminó sin víctimas. Pero si las cosas continúan a este ritmo, es posible que la situación empeore. Meterse a 30 o más nudos por hora por entre las rocas, en medio de la noche, para intentar el abor daje de las lanchas contrabandistas -único medio de capturarlas, puesto que jamás se detienen- es exponerse a algo grave. Ni que decir tiene que los contrabandistas corren riesgos espeluznantes, por que sus frágiles embarcaciones dotadas de tamaña potencia motora, pueden partirse en pedazos en caso de cualquier accidente.

La polémica sobre el tabaco apresado

El cariz tomado por los acontecimientos tiene bastante preocupada a la opinión pública en Vigo y en el conjunto de las Rías Bajas. Existe una cierta sensación de que la trama combatida por las autoridades supera lo que podía imaginarse, pero hay un gran temor a que la lucha contra el contrabando envíe al paro a personas que, sin estar vinculadas directamente a las mafias, obtienen sus ingresos por estos procedimientos.Al mismo tiempo se ha desarrollado una curiosa polémica sobre si el tabaco rubio de contrabando es de peor o mejor calidad que el producido en España. La mayoría de los consumidores afirman que prefieren "el que viene de fuera", mientras los círculos oficiales o los medios políticos comprometidos en la operación anti contrabando aseveran que la calidad del tabaco nacional es mejor que el extranjero de contrabando.

Un hecho comprobado es que las partidas clandestinas suelen estar caducadas en los Estados Unidos cuando salen a la venta en España. Sin control sanitario alguno, grandes cantidades de tabaco permanecen meses a la espera de que las compañías internacionales que mueven el comercio ilegal encuentren las condiciones favorables para darle salida. En medios políticos se afirma que la Reynolds, fabricante de la marca Winston, debería hacer mucho más de lo que hace para impedir que las partidas caducadas salgan a la venta en estas condiciones, al tiempo que muestran su extrañeza por el hecho de que una marca concreta predomine tan ampliamente en el mercado español.

Dirigentes socialistas de Galicia, y entre otros el diputado José Vázquez Foluz -el primero que denunció, a nivel nacional, la situación del contrabando en esta zona, en 1982- han mantenido conversaciones con Tabacalera para estudiar las salidas más; convenientes a la situación creada.

Los asesores legales de Winston, a favor de la campaña

Joaquín Hervada, miembro del bufete de José María Armero, presidente de la agencia Europa Press, que lleva la asesoría jurídica de la empresa norteamericana Reynolds Tabaco International, productora de la marca de cigarrillos Winston, manifestó ayer en Madrid que dicha empresa está totalmente a favor de la campaña anti contrabando emprendida por las fuerzas de Seguridad del Estado. Según dicho abogado, la Reynolds está interesada en la líquidación de la entrada ilegal de partidas de Winston, por considerar que sólo las cajetillas con el membrete de Tabacalera garantizan la calidad del producto.Dicho asesor jurídico de Reynolds manifestó que esta erripresa no podía controlar el destino final de cada cajetilla, pero hacía cuanto podía por evitar el contrabando de su producto, y en este sentido apuntó que se habían limitado las ventas por comprador, se había cambiado el embalaje de lascajetillas para identificar la marca, y que no se responsabilizaba de la calidad de los cigarrillos que no lleven el sello de Tabacalera.