Curiosa comedia
La película se inicia como simple drama rural, narrando la tragedia de una mujer cuyo marido es asesinado por miembros de la mafia del pescado. Su afán de venganza, tan propio de la Sicilia de los años veinte en que la acción se sitúa, no tiene posibilidades de ser realidadel asesino pasea por el pueblo sin que nadie ose detenerle.Más tarde, la historia se abre a distintos caminos que confluyen y se contradicen, sorprendiendo, alimentando la historia inicial con ingredientes que merodean los campos de la farsa, de la comedia de costumbres y del cine político. Es el estilo que Lina Wertmuller, la realizadora, iniciara en Mimí metalúrgico, herido en su honor y prolongara luego en su desigual filmografía. Un cine de tercera vía, crítico, de humor anárquico.
La viuda indomable
Guión y dirección: Lina Wertmuller. Fotografia: Tonino delli Colli. Música: Dangio y Nando de Luca. Intérpretes: Marcello Mastroianni, Sofía Loren, Giancarlo Giannini, Turi Ferro. Italiana, 1982. Local de estreno. Madrid 3.
En La viuda indomable, Wertmuller hace hincapié en su postura feminista. Normalmente, los personajes masculinos de sus películas están enfrentados a mujeres fuertes, generosas y valientes, pero no por ello se caricaturiza la debilidad del hombre. Hay ternura en su punto de vista. Sophia Loren ama a los dos caballeros que la rodean, pero mantiene su libertad, su capacidad de decisión. Es abortista, y defiende su postura en un largo parlamento; desea con normalidad a los hombres, pero los clasifica en tres grupos (hombres, medio hombres y hombres de mierda), de forma que sólo con los primeros se pueda engendrar; acepta ser ayudada en su proyecto de venganza, pero es ella, finalmente, quien la culmina...
Curiosamente, no es Sofía Loren quien más destaca en el reparto, aunque aporte su experiencia, su madurez interpretativa e, inevitablemente, su belleza. Este último valor está, sin embargo, tan remachado en la planificación y fotografía que transforma con frecuencia en inverosímil su encarnación de la seca viuda de pueblo.
Es Marcello Mastroianni en su creación del ingenuo terraniente escorado al socialismo quien aporta a la película su mejor brío, la inteligencia de un humor socarrón y la vehemencia del discurso que late en toda la película.
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