Bonn propone que las negociaciones España-CEE terminen a mediados de 1984

La República Federal de Alemania propuso ayer que la cumbre europea que se abre el próximo viernes en Stuttgart se pronuncie por una fecha concreta para el final de las negociaciones sobre la adhesión de España al Tratado de Roma: mediados de 1984. España ingresaría, pues, en 1986 en la Comunidad Económica Europea (CEE), como desea Madrid.El tema de la adhesión de España y de su fecha está siendo claramente utilizado por cada uno de los diez para defender sus propios intereses. La propuesta alemana llegó en un documento de compromiso presentado al Consejo de: Ministros de Asuntos Exteriores, reunido ayer en Luxemburgo. Bonn plantea, sin embargo, dos condiciones previas para el ingreso de España: el saneamiento de las finanzas de la Comunidad, reduciendo los gastos de la política agrícola comunitaria y la reforma del sistema, de ayudas a los productos mediterráneos, como el aceite de oliva, las frutas y las hortalizas, como pide Francia. De hecho, en un comunicado difundido a la Prensa, el ministro francés de Agricultura, Michel Rocard, precisó que "es indispensable que esta reforma tenga lugar antes de la apertura de las negociaciones agrícolas con los países candidatos a la adhesión. Esta condición es necesaria", añadió, "para salvaguardar los intereses fundamentales de los agricultores del Midi".

Por su parte, el primer ministro francés, Pierre Mauroy, en la conferencia de prensa conjunta que ayer dio con el presidente del Gobierno español, Felipe González, en Madrid, insistió en reclamar para Francia el papel de abanderado de la candidatura española en la Comunidad Económica Europea y desvió hacia quienes bloquean la reforma de la política agraria común y rechazan el aumento de los recursos propios de la Comunidad toda la responsabilidad del retraso en la adhesión. El primer ministro francés se inclinó por la determinación, en Stuttgart, de unas orientaciones y unos plazos para que una nueva cumbre, en seis meses, pueda superar la actual crisis.

En Luxemburgo, franceses e italianos se levantaron ayer contra los planes expuestos por la RFA, ya que la propuesta alemana consiste en pedir garantías de control del gasto agrícola, sin comprometerse a aumentar las fuentes de financiación de la CEE, los recursos propios, ante, al menos, el impacto de la adhesión. París y Roma pueden aceptar disciplinas de gasto agrícola siempre y cuando Bonn y Londres se comprometan a pagar si falta dinero. El documento alemán es claro: hay, que encontrar una base de financiación adecuada", en la cual efectuar la ampliación de la CEE.

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