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COMUNIDAD VALENCIANA

Marcha de ecologistas hasta la central de Cofrentes para que sea paralizada y desmantelada

Un millar de ecologistas realizaron una marcha este fin de semana a la central nuclear de Cofrentes, situada en la confluencia de los ríos Júcar y Cabriel, para reclamar su paralización y desmantelamiento. Los actos organizados por una mesa conjunta de organizaciones ecologistas, partidos y sindicatos, mantuvieron el tono festivo en todo momento, incluso cuando la Guardia Civil, que rodeaba la central, impidió la aproximación de la columna a las instalaciones.

El fin de semana se inició, en la noche del viernes, con la representación de un simulacro de accidente nuclear en la plaza de la Virgen, de Valencia, interpretado por el grupo de teatro de calle La Burbuja, de Burjasot (Valencia). La columna se concentró el sábado en Requena, población situada a 60 kilómetros de Valencia, para efectuar una acampada y verbena nocturna.El traslado de los ecologistas tuvo lugar en autobús, coche particular y bicicleta. El domingo los participantes abandonaron el progreso tecnológico y anduvieron 15 kilómetros hasta Los Pedrones.

Después del almuerzo, de nuevo en autobús y coche, la columna se dirigió a la población de Cofrentes, donde se lanzaron varios centenares de globos de helio que llevaban una tarjeta atada con la fecha y lugar de salida. "Este globo ha sido soltado en Cofrentes", señalaba la tarjeta, "hasta aquí puede llegar la radiactividad. Rogamos nos comuniques la recepción de este globo". A continuación se reseñaban dos teléfonos donde comunicar la recepción del aéreo mensaje.

Un comunicado leído en el mitin dio cuenta de la formación de la mesa ecologista y preparación del programa contra la nuclear, por "el peligro que supone el inminente inicio de las pruebas con material radiactivo de la central nuclear de Cofrentes en octubre de 1983".

El objetivo final de la marcha de concentrarse en la central fue impedido por un fuerte contingente de la Guardia Civil, que tenía órdenes de no autorizar la aproximación de los manifestantes. Un portavoz de la mesa organizadora ha señalado que la consigna fue mantener el talante pacífico de la columna aunque se produjeran provocaciones. Sólo dos de los dirigentes ecologistas, tras negociar con la Guardia Civil, pudieron aproximarse a la valla de la central para colocar una pancarta que reclamaba su paralización y desmantelamiento.

Este mismo portavoz ha expresado su extrañeza por la actitud desafiante de un grupo de manifestantes pertenecientes al Partit Socialista d'Alliberament Nacional, que intentó romper la consigna de no violencia.

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