Expectación en la URSS ante posibles novedades políticas
La semana que comienza promete ser, en la Unión Soviética, la que más novedades ofrezca en los siete meses transcurridos desde el inicio de la llamada era Andropov. Según todos los indicios, el próximo jueves 16 el Soviet Supremo (Parlamento) designará al presidente de su presidium, cargo éste equivalente a la jefatura del Estado, dejada vacante por Leónidas Breznev el día de su muerte, el pasado 10 de noviembre.
El martes -la fecha aún no se conoce oficialmente, pero todos señalan este día-, el Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) celebrará sesión plenaria, como suele ser la norma en vísperas de las dos sesiones que celebra anualmente el Soviet Supremo.Días antes de su celebración, ambos acontecimientos dan lugar a todo tipo de rumores contradictorios: del Pleno del Comité Central se dice que puede salir una profunda reforma del Politburó, que es el máximo órgano del partido y el Gobierno de hecho de la URSS.
La posibilidad de que en el Politburó puedan verse caras nuevas no parece ser excesivamente aventurada. Varios fallecimientos y un cese han menguado el número de sus titulares hasta la cifra de 11, cuando -a pesar de que no tiene un número fijo de miembros- llegó a contar con 15 hasta hace tres años.
Conjeturas
Las vacantes permitirían a Andropov -sin muchos esfuerzos, si es que tiene la suficiente fuerza- incrementar su poder dentro del Politburó. No obstante, puede producirse cualquier sorpresa.
Se espera en principio que sea el hombre que todos consideran su rival -el número dos, Constantin Chernienko- el que pronuncie el discurso de apertura de ese pleno.
Lo curioso del caso es que, con seguridad, esta vez nadie es capaz de hacer previsiones. La filtración de rumores ha sido escasa y los pocos rumores que circulan son completamente contradictorios. Ahora, por ejemplo, se empieza a poner de nuevo en duda que Andropov sea nombrado jefe del Estado.
Los dos indicios que manejan los que defienden esta tesis son su mala salud y la resurrección política de Chernienko, quien,después de dos meses de ausencia por enfermedad, ha vuelto con nuevas fuerzas al escenario político, como lo demuestra la crítica muy favorable que Pravda hace del último de sus libros sobre cuestiones ideológicas, lo que, sin duda, no es ninguna casualidad.
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