Felipe González quiere comparecer ante el Congreso para explicar la política exterior del Gobierno

El presidente del Gobierno, Felipe González, manifestó ayer en una improvisada conferencia de prensa, celebrada en los pasillos del Congreso de los Diputados, que "le encantaría" celebrar un debate parlamentario sobre la política exterior desarrollada por su Gabinete durante los seis primeros meses de mandato antes de que finalice el actual período de sesiones, previsto para la segunda quincena de julio.

Este ofrecimiento de Felipe González para cumplir algo tan reiteradamente solicitado por la oposición tiene por objeto, según su declaración, "cumplir con el derecho que tiene esta Cámara a conocer lo que el Gobierno ha realizado desde que tomó posesión en política exterior, por qué lo ha realizado, y cuáles son los planes más inmediatos a desarrollar".También aprovecharía el debate Felipe González para "aclarar las dudas de quienes dicen que nosotros practicamos el confusionismo en política exterior". El presidente del Gobierno, que dijo haber observado en las intervenciones parlamentarias de algunos diputados una concepción de que la política exterior española debe ser de blancos y negros, fue rotundo al afirmar que no le parecía aceptable tal dicotomía. "A mí eso me recuerda aquellas palabras de Jesucristo de que el que no está conmigo está contra mí, algo así como decir que hay que ponerse firmes para que a uno le den órdenes de por dónde tiene que caminar, y a eso", dijo con firmeza, "yo no estoy en absoluto dispuesto".

Una parte importante de ese debate parlamentario lo constituiría, señaló, su explicación pormenorizada a los diputados de los tres ejes que marcan la política exterior española: las relaciones con Estados Unidos, el Mediterráneo e Iberóamérica. En este sentido, precisó que las relaciones hispanonorteamericanas y el papel que nuestro país puede desarrollar en Iberoamérica y en el área mediterránea van a ser los tres temas centrales de su próxima visita oficial a EE UU, prevista para finales de este mes de junio. El objetivo prioritario del viaje del presidente del Gobierno a América del Norte será, según sus propias palabras, "sentar unas bases más sólidas para nuestra soberanía que las que han existido en tiempos pasados" y, añadió González, "a ello vamos a dedicar todos nuestros esfuerzos".

Felipe González volvió a recordar ayer a los informadores el carácter europeo y occidental de España, "aunque parezca de Pero Grullo" y resaltó, como consecuencia de lo anterior, la importancia de la influencia norteamericana en Europa. "España no es una potencia que pueda hacer una política planetaria", dijo el presidente González, "y tenemos que tener la humildad y la gallardía de reconocerlo. Por eso, nuestra política exterior circula en dos direcciones: nuestra integración en la Comunidad Económica Europea para la que mantenemos un pulso permanente, y una intensísima actividad negociadora, nuestra especial relación con los Estados Unidos y los otros ejes a los que ya me he referido antes, como son la vasija mediterránea e Iberoamérica".

De los resultados de las recién celebradas elecciones en Gran Bretaña, el presidente González comentó: "los conservadores británicos están a punto de conseguir una cota de representación popular similar a la de los socialistas españoles. Con un esfuerzo más", dijo riéndose, "llegarán a obtener nuestro mismo porcentaje". No cree Felipe González que la abrumadora victoria de los conservadores británicos vaya a perjudicar las relaciones de España con aquél país: "más bien al contrario, porque cuando un partido cuenta con una mayoría tan amplia, la negociación internacional se produce con más calma y puede ser más fructífera", dijo para, a continuación, elogiar a la primera ministra británica, Margaret Thatcher.

"Yo tuve una grata impresión, aunque a algunos de mis correligionarios les sentó mal", señaló Felipe González, "cuando después del frustrado golpe de Estado del 23 de febrero, hice un recorrido por las capitales europeas y pudo comprobar cómo la señora Thatcher fue la persona que reaccionó con mayor firmeza en defensa de la democracia española". También considera Felipe González que el hecho de que la primera ministra británica haya tomado rotundas decisiones mientras ha gobernado su país, ha sido una de las claves que explican su victoria".

Con relación al arresto domiciliario impuesto al teniente general en la reserva Fernando de Santiago y Díaz de Mendívil, por la publicación, el pasado miércoles, de un artículo en el diario El Alcázar, a través del cual solicitaba la liberación de los ex militares procesados por el fallido golpe del 23-F, el presidente González solo quiso comentar que él siempre se ha mostrado partidario de mantener la disciplina en las Fuerzas Armadas, para a continuación resaltar que el Gobierno va a elaborar una ley de retribuciones económicas que equiparen gradualmente a los militares con la población civil, ya que Felipe González manifestó ayer públicamente su convencimiento de que las Fuerzas Armadas están "bastante mal retribuidas".