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Francia quita dramatismo al documento agrario de la CEE sobre España

Francia y España tienen un interés común por poner a los países del Norte de la Comunidad Económica Europea ante sus contradicciones, consistentes en el deseo de ampliar a toda costa la CEE, por una parte, y no estar dispuestos a dar más dinero para la financiación de la política agrícola, por la otra, según manifestó ayer el ministro francés para Asuntos Europeos, André Chandernagor.Chandernagor, que llegó ayer a la capital española en visita de trabajo, se entrevistó con el secretario de Estado español para las relaciones con la CEE, Manuel Marín, con quien procedió a "un repaso general del estado de las negociaciones para la adhesión de España a la Comunidad con vistas a la próxima cumbre europea de Stuttgart del próximo 17 de junio.

El encuentro entre los responsables de asuntos comunitarios de Francia y España, respectivamente, permitió señalar, según Marín, algunos problemas" relacionados con la adhesión de España y "ciertas coincidencias objetivas" entre los intereses franceses y españoles". El representante francés desdramatizó el documento agrícola elaborado por la CEE como posición de partida para negociar con España, que propone un período transitorio total de 10 años. El documento, dijo, ha sido "elaborado a nivel de funcionarios, no ha sido adoptado oficialmente por la Comisión y puede ser modificado". Asímismo, se mostró "optimista" ante la reunión de los ministros de Agricultura de la CEE, los próximos 13 y 14 de junio, de la que "se puede esperar una actitud más flexible".

En la medida en que exista una buena solución para la política agrícola común", subrayó Marín, "los intereses de los países del área mediterránea, tanto miembros de la CEE como aspirantes, se ven beneficiados". El secretario de Estado español reiteró que la adhesión de España está íntimamente relacionada con el incremento de los recursos propios de la Comunidad, sin lo cual no puede haber solución para los temas agrícolas. Así pues, la necesidad de que la CEE incremente su presupuesto y proceda a una mayor protección de los productos mediterráneos son los dos principios en que coinciden los representantes franceses y españoles.

Chandernagor hizo depender la evolución de la Comunidad actualmente bloqueada, de la cumbre de Stuttgart, mientras Marín señalaba que no se sorprendería si no se produce una solución final en Stuttgart. "Más que palabras", dijo Marín, "esperamos que se instrumenten procedimientos específicos que permitan, por un lado, resolver los problemas internos de la CEE y, por el otro, los problemas de adhesión". Chandernagor reiteró la postura francesa sobre la necesidad de desarrollar paralelamente la reforma del acervo mediterráneo -normas de protección a las frutas, hortalizas y aceite de oliva- con la apertura de la negociación agrícola con España.

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