22 países se niegan a asistir a una reunión de la OUA con presencia oficial saharaui
Veintidós países africanos, entre ellos Marruecos, Senegal y Guinea Ecuatorial, decidieron ayer, en protesta por la presencia saharaui, no asistir a la reunión informal que agrupa a los países miembros de la Organización para la Unidad Africana, (OUA), a la que asistieron representantes de otros 26 países y de la República Arabe Saharaui Democrática. Este hecho implica una grave fisura en el seno de la organización africana. No obstante, el secretario general adjunto de la OUA, Peter Onu, ha anunciado para hoy a las tres de la tarde el comienzo de la cumbre.
El conflicto del Sáhara occidental constituye el punto central en torno al cual giran los intentos, hasta ahora baldíos, de celebrar la 19ª cumbre de la Organización para la Unidad Africana en la capital de Etiopía.El comité de coordinación, creado para salvar in extremis la conferencia, a pesar de haber pasado de 9 a 21 miembros, no ha logrado elaborar los términos de un compromiso en torno a la cuestión de la representación de la república saharaui, por lo que la cumbre se ha convertido en una serie de reuniones informales, tal y como ocurriera en Trípoli el año pasado.
Según el sentimiento que inspira los comentarios de la agencia de Prensa argelina, si los africanos fracasan en sus intentos de celebrar la cumbre, la OUA corre el riesgo de disolverse, dándose así la razón a los enemigos de África.
A través de las informaciones llegadas a la capital argelina se pone de relieve que existen no ya una sino tres tendencias, en el seno de los congregados en Etiopía, a propósito de la forma en que podría llegarse a una solución sobre el espinoso dilema del Sáhara. La tendencia en cuyo seno los países más activos son Marruecos y Guinea aboga por una descalificación, pura y simple, de la RASD. Las otras dos tienen puntos de vista diferentes. Una de ellas, acaudillada por Libia, propone que se suspenda la cumbre y vuelva a convocarse en Trípoli en el curso de este año. Otro grupo, con Tanzania a la cabeza, desaconseja la .multiplicación de las reuniones informales y recomienda que se convoque la cumbre.
El presidente del comité de coordinación y actual presidente en funciones de la OUA, el keniata Daniel Arap Moi, estimaba que la cumbre podía celebrarse a partir del compromiso elaborado, meses atrás, por un comité especializado, en el sentido de permitir la presencia de una delegación del actual Gobierno de Chad, a cambio de autorizar la otra de la RASD. Esta proposición ha sido rechazada por el pequeño grupo de países que niega toda representatividad a la república fundada por el Polisario y reconocida diplomáticamente por 26 de los 51 países que integran la organización africana.
El dirigente saharaui Mohamed Abdelaziz ha participado en las reuniones informales celebradas hasta ahora en Addis Abeba y, a través de sus declaraciones, no se trasluce el deseo de retirarse "voluntaria y temporalmente" de la cumbre, tal y como ocurriera en 1982, durante el. primer intento fallido de reunir a los jefes de Estado africanos, en Trípoli.
Si la RASD se retirara, es muy posible que Libia abandonara la conferencia y preconizara que el ala progresista de la organización hiciera lo mismo. El galimatías saharaui se ha complicado aún más, después de que en los contactos secretos mantenidos por Marruecos y el Polisario (revelados por los saharauis y negados por Rabat) no se llega a una fórmula para sacar de su atolladero a la cumbre africana. Argelia sigue preconizando una solución negociada al conflicto, entre marroquíes y saharauis, acorde con las propuestas de la OUA de celebrar un referéndum de autodeterminación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.