32 países europeos y dos americanos estudian el problema de la 'lluvia ácida'

La lucha contra la lluvia ácida debida a la contaminación del aire por el consumo de energías con alto contenido de azufre (petróleo y carbón), será el tema principal de los trabajos que representantes de 32 países europeos y Estados Unidos y Canadá comienzan hoy en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra.Desde la entrada en vigor, el 6 de marzo de 1983, de la convención sobre la contaminación atmosférica transfronteras a larga distancia, firmada por los 34 países miembros de la comisión económica de las Naciones Unidas para Europa (CEE-ONU), la primera sesión de su órgano ejecutivo dará el primer impulso a las negociaciones de estrategias y normas comunes destinadas a dar vida a este protocolo.

Según un informe de la CEEONU, la contaminación por azufre resulta muy cara: la lluvia ácida destruye el mármol de los monumentos, diezma las especies pesqueras, disminuye las cosechas, devasta los bosques, corroe las canalizaciones de agua y las instalaciones eléctricas y es perjudicial para la salud. En Estados Unidos, estas pérdidas representan, según las estimaciones, entre el 0,1 % y el 0,23% del producto nacional bruto. En Noruega, subraya, asimismo, el informe, los estudios realizados en 5.000 lagos han mostrado que en 1.750 de ellos ciertas especies de peces han desaparecido.