Manuel Prado pagó a ETA militar más de 150 millones de pesetas a cambio de la liberación de su hermano Diego

Una suma superior a los 150 millones de pesetas, más del 10% de la cantidad inicial solicitada por los secuestradores, pagó la familia por el rescate de Diego Prado y Colón de Carvajal, de 53 años de edad, que fue liberado en la madrugada de ayer por ETA Militar, después de haber pasado 73 días de secuestro, según ha podido saber EL PAÍS de fuentes solventes. El hermano del secuestrado, Manuel Prado, confirmó a este periódico que concluyó las negociaciones con la organización terrorista durante la última semana del mes de mayo, que el secuestro tuvo en todo momento un móvil económico y que la cantidad que exigía ETA por el rescate, y que le fue comunicada a la familia hacia el 16 de abril, ascendía a 1.200 millones de pesetas.

Dos días más tarde, el 18 de abril, EL PAÍS publicaba la cifra de entre 1.200 y 1.300 millones de pesetas solicitada por ETA, que había obtenido de fuentes policiales y políticas en el País Vasco.La cantidad, cuya existencia fue desmentida en ese momento por el portavoz de la familia, Manuel Prado, ha sido objeto de regateo en el largo período que siguió de negociación indirecta con los secuestradores y que, según dijo Manuel Prado en su conferencia de prensa, "tuvo algunos silencios largos", primero por la cuantía de la cifra, "imposible de llevarla a la realidad", y segundo por las operaciones de búsqueda de la policía en la zona norte madrileña y la detención de algunos supuestos miembros del comando Madrid en los primeros 20 días del secuestro.

Sólo durante las últimas cuatro semanas, en las que la publicidad del caso decreció considerablemente, pudo Manuel Prado llevar a cabo las negociaciones, personalmente dentro de España y con antiguas amistades familiares en el Norte, fuera de España. Manuel Prado descartó en público que haya utilizado los contactos e intermediarios (abogados) que han sido habituales en otros casos de secuestros.

Los nombres de las personas que han negociado "me los llevaré a la tumba", dijo días atrás, aunque en algunos medios informativos se señalaron los de la familia Lacoste, en Francia, y, dos sacerdotes o religiosos en el País Vasco, uno cercano a ETA y otro amigo de éste, pero sin relación con la organización terrorista.

Diego, en bancarrota

A pesar de que la situación económica de Diego Prado es de bancarrota, debido a que desde hace 17 meses está en litigio, aunque sin procesamiento, por su actuación al frente del Banco de Descuento, del que se hizo cargo el Fondo de Garantía de Depósitos (la UVI bancaria) en noviembre de 1981, los secuestradores pensaron siempre que el dinero lo conseguiría mejor su hermano Manuel, que ha sido presidente de la empresa Ford España, de la compañía Iberia y del Instituto de Cooperación Iberoamericana, y es persona allegada a la Zarzuela.

Manuel Prado manifestó ayer en la conferencia de prensa que "no tiene una fortuna" de la cuantía que a veces se dice en algunas informaciones periodísticas, pero dio a entender que con algunas de sus propiedades inmobiliarias y acciones que ha entregado como fianza ha obtenido los créditos necesarios para pagar el rescate.

Utilizando términos legales, dijo que había pignorado (empeñar) o afectado (imponer gravamen u obligación sobre una cosa) la vivienda de la familia de su esposa, en la calle de Almagro, y acciones, no necesariamente bancarias, para recolectar el dinero.

La cantidad finalmente entregada para la liberación de Diego Prado -y que según ha podido saber EL PAÍS está ligeramente por encima del 10% de la solicitada en un principio por ETA Militar, de 1.200 millones de pesetas- ha podido ser entregada fuera de España a ETA Militar a través de alguna entidad bancaria en Europa, aunque la policía lo desconoce o no quiere informar acerca de este detalle.

La impresión dada por Manuel Prado en su intervención ante los medios de difusión es que ha lo grado evitar en todo momento el que la policía española, "que tiene todo el derecho de impedirlo", según dijo, se haya enterado de los pormenores de la liberación de su hermano.

Opinión del Gobierno

El presidente del Gobierno, Felipe González, fue preguntado en el aeropuerto, al regresar ayer a mediodía de su viaje a Latinoarnérica, si conocía que se hubiese pagado rescate. El presidente respondió que no tenía la menor noticia en el sentido de que, se hubiese pagado o no por la liberación de Diego Prado.

La misma pregunta fue formulada por los informadores al vicepresidente, Alfonso Guerra, quien contestó que no tenía ninguna noticia que le hiciese pensar que se hubiera pagado rescate".