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Un romance entre Shirley McLaine y un diputado anima la campaña electoral

Soledad Gallego-Díaz

La campaña de los laboristas britanicos se animó ayer con un incidente inesperado. La actriz norteamericana Shírley MacLaine acaba de afirmar públicamente que mantuvo una apasionada historia de amor con un diputado socialista del que sólo da algunos datos: es alto, guapo, moreno, magnífico amante y le falta la punta de un dedo de la mano izquierda. Hasta el venerable Michael Foot ha tenido que enseñar su mano intacta a los reporteros.Gerry, pseudónimo con el que Shirley MacLaine identifica a su añorado amigo, era lo suficientemente importante dentro del Partido Laborista como para tener su propia secretaría y como para poder seguirla a través de medio intindo. Ella llegó un día a disfrazarse para poder entrar en la Cámara de los Comunes y ver a su amigo: "Todo Londres estaba en huelga pero lo único que ime importaba era el olor de su chaqueta de tweed y su espeso pelo cayéndole sobre la frente, la suavidad de sus dedos acariciando mis mejillas y, la forma en la que me mecía en sus grandes brazos".

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Como la actriz afirma que el político tenía ideas socialdemócratas, los periodistas se lanzaron enseguida sobre los diputados laboristas que abandonaron en 1981 el partido para crear el SDP. David Owen reune parte de las características requeridas, pero no tiene ningun defecto en la mano: "Soy inocente", aseguraba, ayer. Denis Healey, el vice flider laborista, se quejaba: "No soy yo, pero lo lamento".

La historia del romance entre la actriz y el político -que figura en el libro de memorias de MacLaine, recién aparecido- no va a perjudicar a los laboristas: los ingleses están encantados de saber que una actriz norteamericana cayó enamorada en brazos de uno de sus compatriotas.

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