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La detención del presidente de Rizzoli reabre la polémica sobre el 'caso Ambrosiano"

Juan Arias

Ha vuelto a la cárcel, por tercera vez en un año, un personaje que ahora se coloca en el centro de la importante investigación sobre la quiebra del Banco Ambrosiano, el mayor imperio bancario privado de Italia, cuyo presidente, Roberto Calvi, acabó suicidado bajo un puente de Londres en la madrugada del 18 de junio del año pasado.Este personaje es Bruno Tassan Din, ex administrador delegado y ex director general del grupo Rizzoli, editor del vespertino milanés Corriere della Sera. Esta vez el cerebro de la Rizzoli tendrá que responder ante los jueces de un agujero de 130 millones de dólares que Calvi, antes de su muerte, había trasladado del Banco Andino de Perú a las sociedades suizas Zirka Corporation y Recioto Corporation, colocándolos a su nombre en el Banco Rothschild, de Zurich, tras una serie de operaciones ¡legales y con la complicidad del banco vaticano.

Con Tassan Din esta vez han acabado también en la cárcel otras tres personas: Filippo Leoni, Carlo Costa y Giacomo Botta, que eran, respectivamente, presidente, vicepresidente y consejero de administración del Banco Andino de Perú, que tanta parte ha tenido, según los jueces italianos, en la quiebra de la casa madre de Milán, el viejo Ambrosiano.

Lo cierto es que estos 18.000 millones de pesetas se han volatilizado. Y ahora con los interrogatorios de Tassan Din se intenta saber qué caminos tomó aquel dinero.

Y han empezado a hacerse las primeras hipótesis. Se piensa que podría tratarse de un fondo para poder alimentar a la famosa logia masónica de Licio Gelli, Propaganda Dos (P-2). Y la hipótesis se hace más alarmante en el momento en el que empieza a delinearse, con las declaraciones de la misma presidenta de la comisión parlamentaria sobre la P-2, la posibilidad de que dicha logia haya estado implicada en el secuestro y asesinato de Aldo Moro para preparar un golpe blanco en el país.

Los 133 millones de dólares que se han evaporado de la cuenta de Suiza de Tassan Din habían salido del Banco Andino en dos veces, en febrero y abril de 1981. Pasaron a través de una de las sociedades cubiertas por las cartas de patronaje del IOR, la banca del Vaticano, la Bellatrix. Pero el Vaticano, según había afirmado el arzobispo Paul Marcinkus, fue en este caso sólo un instrumento para que Calvi pudiera hacer sus maniobras, como lo demuestra esta nueva operación. Probablemente nunca se sabrá qué favores, a su vez, Calvi hizo al presidente del banco del Vaticano para que le permitiera poder hacer estos chanchullos. Pero lo cierto es que Calvi, cuando se vio acosado por las mismas fuerzas políticas que le habían apoyado al principio, empezó a prepararse la fuga y a distribuir los milés de millones de su banco por el extranjero para que estuvieran más seguros.

Misterios sin fin

Con estas nuevas detenciones y el descubrimiento de este nuevo agujero de 133 millones de dólaresaumentan, en vez de disminuir, lo que el mismo Corriere della Sera, propiedad del ex Ambrosiano, definió ayer como "los misterios sin fin del viejo Ambrosiano". De entre tantos misterios, el primero es el de los millones desaparecidos. Son un total de 120.000 millones de pesetas. De ellos, por ahora, se han encontrado sólo, con estos últimos 133 millones de dólares, un total de 32.000 millones de pesetas. Quedan, todavía sin saber adónde fueron a parar nada menos que 88.000 millones de pesetas.Para esclarecer la verdad de esta quiebra y de este escándalo financiero que ha arrastrado a todo el grupo Rizzoli, la mayor empresa editorial del país, y al diario Corriere della Sera, el primer periódico de Italia, los magistrados de Milán han emitido 34 mandatos judiciales. Las investigaciones abiertas por la Magistratura sobre el caso Calvi-Banco Ambrosiano son ya 12. En ellas hay de todo: estafas financieras, atentados, suicidios, asesinatos. Está, sobre todo, el misterio de la muerte de Roberto Calvi, aún no descifrado. Está el punto delicado de la responsabilidad del Vaticano en el asunto sobre el que está estudiando una comisión mixta Vaticano-Italia. Está todo el escándalo de la logia P-2, con todas sus ramificaciones de tipo político y terrorista. Están también, como investigaciones paralelas, los escándalos de la quiebra del Banco de Sindona, propiedad de un personaje también de la P-2. Las investigaciones sobre los colosales tráficos de armas, petróleo y heroína descubiertos por los jueces de Trento.

Y hay quien asegura que de algún modo está también en medio el atentado al Papa en la plaza de San Pedro por el turco Alí Agca. Y, por supuesto, todos los misterios de la Mafia y de la masonería nunca aclarados, y sobre todo, sus posibles conexiones, como aparecen claras, por ejemplo, dentro de la P-2, donde el siciliano Sindona era el hombre de la Mafia, y Gelli, de la masonería. Y en medio, o alrededor, o encima, o quién sabe dónde, un poco de servicios secretos, de altos jefes de finanzas corrompidos, y hasta de famosos magistrados y políticos y periodistas implicados en una operación a la que aún no se le ve clara ni la cabeza ni la cola.

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