Los diputados provinciales granadinos, dispuestos a gobernar la diputación como independientes
Los diputados provinciales del PSOE elegidos el miércoles en los partidos judiciales de Granada y Motril, en contra de los candidatos oficiales designados por el comité federal de listas, no se mostraron ayer dispuestos a presentar su dimisión, a pesar de el partido les ha dado 24 horas, para hacerlo, bajo amenaza de ser expulsados.Aunque los miembros de la antigua comisión ejecutiva granadina, que dimitió tras ser rechazada en Madrid la lista de candidatos a la diputación ahora elegidos, se niegan de momento a hacer declaraciones, fuentes cercanas a los mismos han señalado a EL PAIS el firme propósito de mantener el control de la Corporación provincial por encima de cualquier contingencia.
"Al punto que se ha llegado ya, es presumible que ninguna de las partes y tengamos en Granada la primera Diputación del Estado gobernada por independientes", afirmaron, tras indicar que "seguimos sin explicarnos por qué las ejecutivas regional y federal se niegan a aceptar la voluntad mayoritaria de las bases socialistas granadinas".
Respecto a la posible disolución de la agrupación provincial del PSOE de Granada, acuerdo que puede ser decidido en una próxima reunión de ambos comités federal y regional, las mismas fuentes se refirieron a "los claros síntomas de miedo que se detectan en las alturas del partido ante movimientos de amplía base de implantación como el que se ha producido en Granada, no tanto por proteger los estatatos y la disciplina como por mantener unos cargos que algunos han debido creer vitalicios".
En este sentido, cabe destacar asimismo que la contestación parece haberse extendido también a otras provincias limítrofes andaluzas, como Málaga y Jaén. En esta última, donde la indisciplina de voto en la elección de diputados ha sido fuerte en el partido judicial de la capital.
