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En Williamsburg no habrá confrontación entre EE UU y sus aliados, asegura Reagan

El presidente norteamericano, Ronald Reagan, dijo ayer, antes de la apertura de la reunión en la cumbre que los siete países más industrializados de Occidente celebran en Williamsburg, que había "divergencias" entre Estados Unidos y sus aliados occidentales,, pero que éstas eran "menos numerosas y menos graves que hace algún tiempo". El líder norteamericano transmitió un mensaje de esperanza a sus colegas reunidos en la pequeña ciudad de Virginia, al asegurar que hay grandes posibilidades de que en esta novena cumbre occidental se llegue a un acuerdo que garantice la recuperación económica en curso.

"El objetivo central de esta cumbre es la recuperación. El mundo occidental está saliendo de la recesión, y de lo que se trata ahora es de asegurar esta recuperación que estamos registrando", declaró Reagan, cuya férrea política monetaria ha permitido que la economía estadounidense se encuentre ahora a las puertas de registrar un crecimiento sostenido y sin tensiones inflacionistas. "No habrá ninguna confrontación en Williamsburg, ya que estoy seguro que ninguno de los líderes asistentes ha venido aquí a perder el tiempo", señaló Reagan cuya férrea política monetaria ha permitido que la economía estadounidense se encuentre ahora a las puertas de registrar un crecimiento sostenido y sin tensiones inflacionistas.La reunión de Williamsburg, una especie de Versalles colonial en el noreste de EE UU, se abrió ayer con la noticia de una nueva advertencia soviética sobre los euromisiles. En una nota cuidadosamente estudiada para hacer coincidir su difusión con el comienzo de la cumbre, Moscú afirma que si Estados Unidos despliega en los países europeos sus cohetes atómicos de crucero y Pershing-2, la URSS puede instalar nuevos y mortíferos misiles en territorio de sus aliados socialistas del Pacto de Varsovia. La advertencia soviética ha sido calificada por fuentes norteamericanas como un intento de dividir a los siete grandes en tema tan vital como el de la seguridad occidental.

Otro tema de gran alcance internacional, Centroamérica, tuvo su referencia en Williamsburg, antes de la primera sesión plenaria de los siete (Estados Unidos, Canadá, República Federal de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Japón, todos ellos representados por sus jefes de Estado o de Gobierno). El portavoz de la Casa Blanca dijo textualmente que Estados Unidos "no tiene el proyecto ni la intención de enviar -tropas a América Central, pero esta eventualidad no puede excluirse totalmente".

El comentario oficial tiene como telón de fondo la destitución de Thomas Enders al frente de los Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado y su relevo por un conservador republicano, Langhorne Motley.

Páginas 2 y 3

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