Bloqueo de la Conferencia de Madrid por el rechazo soviético de las propuestas occidentales

La Unión Soviética rechazó ayer formalmente las cuatro enmiendas occidentales al proyecto de declaración final de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE). El jefe de la delegación de la URSS, Anatoly Kovaliov, consideró ante el pleno de la Conferencia de Madrid que las propuestas del Oeste son "totalmente inaceptables".

Esta declaración soviética impide, por el momento, el inicio de negociaciones y mantiene el bloqueo existente desde que Estados Unidos y sus aliados europeos presentaron sus cuatro reformas, todas ellas destinadas a mejorar los puntos relativos a los derechos humanos.

Los contactos informales entre las delegaciones tendrán que celebrarse la próxima semana en un hotel madrileño, puesto que la sede de la conferencia, el Palacio de Exposiciones y Congresos, será ocupado durante varios días por el congreso de la Unión General de Trabajadores (UGT).

En el pleno de ayer, el embajador jefe de la delegación del Reino Unido, Anthony Williams, insistió en la moderación de las propuestas occidentales y repitió cada una de ellas.

Un representante del grupo de países neutrales y no alineados autores del documento final -el llamado RM-39 (Revisado)-, el embajador de Malta, defendió la tesis de que nadie se puede negar a negociar, en una clara referencia a la actitud de la Unión Soviética.

Palabras y hechos

El jefe de la delegación de Estados Unidos, Max Kampelman, tuvo una intervención breve para asegurar que su país quiere lo mejor para el pueblo de la Unión Soviética e insistir, con una cita del ex presidente norteamericano Gerald Ford en que es posible llegar a un acuerdo sobre las palabras, pero es necesario pasar a los hechos. Ésta es la frase preferida por Max Kampelman para referirse a lo que él considera violaciones soviéticas del Acta Final de Helsinki.Con esta delimitación de posturas por todas las partes, la Conferencia de Madrid queda sumergida en una especie de guerra de nervios, como lo definió una fuente diplomática, en la que todos están esperando a ver quién da el primer paso. Los occidentales no parecen dispuestos a reducir aún más el número de sus enmiendas, pero aceptan discutirlo en una negociación formal.

Los soviéticos se han comprometido más que nadie en esta Conferencia al aceptar el proyecto de resolución final al más alto nivel, mediante un mensaje del máximo dirigente de la URSS, Yuri Andropov. Cualquier concesión ahora por debajo de ese documento colocaría en posición difícil al propio secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).

La dificultad de la situación ha puesto de nuevo de actualidad la posibilidad de que España, como país anfitrión, proponga alguna fórmula para salir adelante. Eso sólo llegará, sin embargo, según una alta fuente diplomática, cuando se produzca algún gesto que demuestre la voluntad negociadora de la Unión Soviética.

Éste puede ser uno de los temas importantes de la agenda del ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, en el viaje que mañana inicia a la URSS.