Puntualiza Verstrynge

La contestación del Gobierno a la pregunta que le formulé con ocasión del contenido del artículo que, bajo el título "El poder judicial: no elegido e incontrolado", publicó EL PAIS, ha sido recogida en ese diario de forma incorrecta y, por ello, dando lugar a interpretaciones que no se ajustan a la realidad. En efecto: en la citada noticia (publicada el pasado día, 17 de mayo) se dice textualmente que "esta contestación se produce a raíz de las preguntas que planteó recientemente Verstrynge al Gobierno para conocer si éste tenía intención de tomar alguna medida sobre el artículo escrito por Pablo Castellano...". Obviamente, la pregunta no la formulé en esos términos (le acompaño copia de la misma para que lo compruebe), pues el señor Castellano es muy libre de expresar las ideas que tenga por convenientes, y si alguna de ellas fuese susceptible de sanción, por supuesto que ni el Gobierno ni yo mismo estamos legitimados para tomar medidas sancionadoras sobre sus públicas opiniones (eso corresponde precisamente al "incontrolado" poder judicial). Mi pregunta, con respecto al mencionado artículo, era si el Gobierno asumía el contenido del mismo. Si la respuesta era positiva, por un elemental principio de congruencia debería proceder a la reforma de la Constitución. Y si no lo era, deseaba saber en qué aspectos mostraba su disconformidad. Y con independencia de que la respuesta del ministro de Justicia la considere tangencial e insuficiente -con lo cual procederé o no a plantear nuevamente la cuestión para que sea respondida en sus justos términos-, lo que sí es importante es que las opiniones que se vertían en el tan repetido artículo provenían nada más y nada menos que del presidente de la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, con lo cual la polémica que se suscita no es baladí.Quede claro, pues, que yo no reprimo, constriño o censuro la libertad de expresión de ningún ciudadano, y que si en este caso concreto alguien lo ha hecho, según se desprende de la comentada noticia, ha sido la dirección del partido socialista, quien, según EL PAIS, disuadió al señor Castellano de presentar ante la Mesa del Congreso una pregunta, de por qué razones un diputado -o sea, el que suscribe- hacía este tipo de preguntas. /