Brasil tiene dificultades para pagar los intereses de su deuda exterior

El presidente del banco central de Brasil, Carlos Langoni, está en Nueva York con la difícil misión de convencer al Fondo Monetario Internacional (FMI) que es absolutamente necesario revisar los porcentajes fijados en el acuerdo que firmó el Gobierno con este organismo a finales del año pasado. El banco central de Brasil ha dejado de pagar 1.000 millones de dólares a los bancos internacionales, en concepto de intereses vencidos de la deuda exterior brasileña, según informó el director del área internacional del Banco de Garantía de Inversión, Claudio Haddad, quien agregó que este atraso corresponde a los intereses corespondientes a un solo mes, no especificado.

Las autoridades económicas brasileñas ya no esconden la creciente preocupación de que Brasil, a finales de julio no tenga divisas para poder hacer frente a los intereses de la deuda, pago de las parcelas negociadas con los grandes bancos internacionales y saldar otros compromisos en retraso, hoy estimados por fuentes del propio Gobierno en alrededor de 2.000 millones de dólares.

Langoni está intentando liberar el segundo tramo de 411 millones de dólares que el FMI concedería a Brasil este mes, y para eso llevó un pormenorizado informe al FM1 en el que se explica por qué no fue posible cumplir la reducción del déficit público (del 13% del producto interior bruto al 7%) y mantener el nivel de reservas líquidas internas.

Economistas del Gobierno y del FMI aseguran que Brasil no podrá cumplir los objetivos fijados. Y se refieren al un superávit comercial de 6.000 millones de dólares y a una del 90%. Brasil alcanzará a lo máximo, un superávit entre 3.000 a 5.000 millones de dólarés, a costa de una fuerte recesión interna. La inflación acumulada en estos primeros cuatro meses del año es del 39%, a una media mensual del 9,5%.