Nacidos en el Mediterráneo

También los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Soria, nacieron en el Mediterráneo. Y aquí, en Argel, han vuelto a descubrirlo políticamente. De ese descubrimiento está lleno de referencias el discurso del Rey ante la Asamblea Nacional Argelina, tribuna en la que sólo le han precedido desde la independencia de 1962 la reina Isabel de Inglaterra y el presidente francés Mitterrand.El ministro español de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, no podía ayer ocultar su satisfacción tras el encuentro celebrado por la mañana en la presidencia de la República. "Se ha producido un desbloqueo impresionante", declaró.

El presidente Chadly conversó a solas con el Rey durante hora y media, mientras el propio Morán lo hacía con su colega Ibrahimi. Luego, durante cuarenta minutos, ambos ministros y los embajadores respectivos en Madrid y en Argel se añadieron a la conversación.

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El índice de lo tratado ayer incluye el proceso de reconciliación argelino-marroquí, más retrasado de lo previsto; las perspectivas de la cumbre de la OUA, convocada para principios de junio; los requerimientos para que España juegue un papel activo en la solución negociada de la cuestión saharaui; el criterio argelino adverso a la propuesta francesa de celebrar una conferencia del Mediterráneo; las concertaciones argelino-americanas en curso y el incremento de la cooperación hispano-argelina sobre cuyas bases, en expresión del Rey, "podemos y debemos crecer juntos".

El contencioso sobre el precio y el montante de las compras de gas natural comprometidas pierde relieve si se enmarca, como ayer se hizo, dentro del proyecto de construcción del gasoducto que desde Argelia, a través de Marruecos, pasará a España y proseguirá hacia otros países europeos, en lo que se configura como alternativa energética al gas siberiano.

La recepción del lunes en el aeropuerto, donde se rompieron los usos argelino-islámicos para que la Reina escuchara desde el podio los himnos nacionales, y la solemnidad con que el presidente Chadly quiso rodear la cena ofrecida a Sus Majestades, superando las previsiones establecidas, demuestran bien a las claras el interés argelino por sumar la presencia activa del factor compensatorio español. La próxima visita con venida a Madrid del jefe del Estado argelino volverá a confirmar este designio.

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