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El desarme en Europa

La nueva propuesta de Andropov anima a Reagan a estudiar cambios en la posición norteamericana sobre euromisiles

La Administración Reagan reaccionó favorablemente a la nueva iniciativa del máximo dirigente soviético, Yuri Andropov, quien ha aceptado entablar las negociaciones sobre el desarme en Europa en términos de cabezas nucleares y no simplemente de misiles. El Gobierno norteamericano ha calificado de bienvenida la propuesta de Andropov y el presidente ordenó un estudio sobre "posibles cambios" en la postura de Washington ante las nuevas tandas de negociaciones Este-Oeste. El debate nuclear está además de actualidad en Estados Unidos por las críticas de los obispos católicos, que votaron, por 238 contra 9, una pastoral que pide el alto en la fabricación de armas atómicas, y el estudio por la Cámara de Representantes de una resolución en pro de la congelación de estas armas.

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"Lo alentador", dijo anoche el presidente Reagan en una conversación con varios periodistas en la Casa Blanca, "es que la propuesta (de Andropov) toma en consideración nuestro concepto de que deberíamos negociar cabezas nucleares y no sólo misiles". Reagan insistió, sin embargo, en que la iniciativa contiene la condición, que no acepta Estados Unidos, de incluir las fuerzas nucleares del Reino Unido y Francia en al negociación global para la reducción de armas nucleares.El acoso total que sufre el presidente Reagan por parte de la opinión pública interna ha contribuido, sin duda, a la moderada, pero positiva, reacción de Washington a la última propuesta presentada por el líder soviético. Por primera vez desde la llegada a la CasaBlanca del presidente Reagan, parece que hay un cambio fundamental en las posibilidades de caminar hacia un acuerdo entre EE UU y la URS S en materia de armas atómicas.

START y euromisiles

Por primera vez da la impresión de que Reagan y Andropov se mueven en una misma dirección ante la nueva ronda de negociaciones en Ginebra. Casa Blanca, Departamento de Estado y Pentágono calibran la propuesta de Moscú con palabras positivas.

La situación de las negociaciones nucleares entre EE UU y la URSS afecta a dos grandes bloques, aunque vinculados entre sí: aquellas que se centran en la reducción y control de armas estratégicas (START), y las que tienen como objetivo la reducción de misiles de alcance medio (euromisiles).

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Para las negociaciones START, que se reanudarán a primeros de junio en Ginebra, el presidente Reagan ha ordenado el "estudio de posibles cambios", anunció el portavoz de la Casa Blanca. La flexibilidad de la Administración Reagan llega tras la propuesta de Andropov, que por vez primera incluye el concepto de disminución del número de "cabezas nucleares", y no sólo de misiles, pero también tras las presiones de importantes líderes del Senado y la Cámara de Representantes. Estos condicionan su apoyo para el proyecto de construcción de 100 nuevos misiles intercontinentales MX a que la Casa Blanca sea más flexible en las negociaciones de reducción de armas con Moscú.

En el segundo capítulo, los euromisiles, cuyas negociaciones continuarán en Ginebra a partir del 17 de este mes, el portavoz del Departamento de Estado consideró que las posibilidades para una eliminación total de estos cohetes de alcance medio son mínimas, a pesar de las nuevas propuestas de Andropov. La Administración Reagan lanzó, primero, la idea de una opción cero, destinada a desmantelar todos los misiles soviéticos SS-20, a cambio de la renuncia por parte de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al despliegue de la nueva generación de cohetes Pershing 2 y de crucero.

"Debería haber un acuerdo interino que reduzca y sitúe al mismo nivel los misiles y cabezas nucleares entre EE UU y la URSS", comentaron en el Departamento de Estado. Pero estas fuentes dudaban que pueda ser aceptable el que la URSS sólo reduzca su potencial de misiles al nivel actual de las fuerzas nucleares del Reino Unido y Francia.

Todo indica que, en mayor o menor número, habrá misiles de alcance medio en Europa occidental antes de fin de año, como eventual resultado del acuerdo provisional en el que se mantiene la Administración Reagan. "Una buena idea"

"Es una buena idea la de contar por cabezas nucleares, creo que supone un buen estímulo", comentó en el Pentágono el secretario norteamericano de Defensa, Caspar Weinberger. "Las propuestas son nuevas, porque antes contábamos por aviones o misiles, y ahora ofrecemos contar por número de cabezas nucleares", dijo, por su parte, el veterano embajador de la Unión Soviética en EE UU, Anatoly Dobrynin, presente en la recepción que ofreció Reagan al cuerpo diplomático, a las pocas horas del anuncio de Andropov.

En definitiva, la convergencia de tantos aspectos simultáneos en materia de política de armas nucleares son factores que abren una perspectiva de moderado optimismo para el futuro de las negociaciones entre Washington y Moscú.

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