La Comunidad de Madrid deberá administrar unos presupuestos mayores que los de siete ministerios
En las elecciones al Parlamento regional los madrileños van a confiar a quienes resulten vencedores un presupuesto mayor que el de siete de los 15 ministerios actuales, y ligeramente superior al aprobado este año por el Parlamento vasco. Cerca de un tercio de ese presupuesto corresponderá a los mismos servicios que hasta ahora ha garantizado la Diputación Provincial. El resto ha de estar destinado a cubrir las nuevas competencias. La transcendencia de muchos de los servicios que asume la comunidad, el presupuesto de que va a disponer y la posibilidad de ejercer fuerte influencia en la configuración futura de la región harán que con el tiempo la autonomía madrileña sea ya tomada en serio por todos.
ALEX GRIJELMO, Si está claro que el dinero es poder, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid va a tener, cuando se encuentre en una fase ligeramente avanzada, al menos 90.000 millones de pesetas para ejercitarlo, ampliables, cuanto más se progrese en la absorción de servicios, a una cifra cercana a los 150.000 millones de pesetas constantes, según estimaciones de técnicos de la Diputación de Madrid, que reconocieron la imposibilidad de hacer un cálculo absoluto preciso.
La constitución de la Comunidad madrileña no tiene necesariamente que suponer mayor presión fiscal, cuestión que ha venido preocupando en todas las comunidades españolas. En síntesis, se trata de que el Estado ceda a la región determinados impuestos e ingresos con arreglo a las nuevas tareas que asume la comunidad y que a la vez dejan de depender de la Administración Central. En el período transitorio hasta la cesión de tributos -al menos cinco años-, se produce una transferencia de servicios acompañada del mismo dinero que el Estado empleaba antes en ellos.
El ingente traspaso presupuestario de que los madrileños van a beneficiarse se comprende fácilmente si se tiene en cuenta que un ministerio como el de Obras Públicas y Urbanismo quedará, cuando culmine el proceso autonómico, con un 58% de los fondos que gestiona en la actualidad. El resto pasará a las comunidades autónomas. En el departamento de Sanidad, el volumen de traspasos va a ser mayor, y los costes que deba soportar ese departamento quedarán reducidos a un 20% de los actuales. En el Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones, el presupuesto quedará en la mitad cuando hayan sido transferidos a las comunidades los servicios sobre los que tiene competencias.
La Comunidad de Madrid recibirá por el capítulo de cesión de tributos, cuando el proceso autonómico esté suficientemente consolidado, 61.588 millones, en pesetas de 1983, según las últimas estimaciones de la dirección general de Coordinación con las Haciendas Territoriales. Como punto de referencia, el presupuesto de la Diputación provincial, institución que desaparece con la nueva comunidad, suma este año 33.000 millones.
Cesión de impuestos
Los tributos objeto de cesión por el Estado a la comunidad pueden ser el impuesto sobre el patrimonio neto, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, las tasas y exacciones sobre el juego, la imposición general sobre las ventas en su fase minorista, los impuestos sobre consumos específicos, y el impuesto sobre sucesiones y donaciones, siempre en lo que se refiero a las recaudaciones efectuadas en la propia circunscrípción.
En concepto de tasas del juego, Madrid recibiría, según las citadas estimaciones, 14.698 millones de pesetas; por impuesto sobre el patrimonio, 5.118 millones; por impuesto de sucesiones, 3.005 millones; y por transmisiones, 22.103. El impuesto de lujo proporcionaría a Madrid 16.664 millones de pesetas. El total de 61.588 millones supone cerca de un 23% de los 266.985 millones de pesetas que el Estado desviará al total de comunidades mediante la cesión de tributos, cuando esté culminado el proceso autonómico.
Madrid será de las regiones más beneficiadas en este capítulo, seguida de Cataluña. Reune el 12% de la población española pero proporciona al Estado cerca del 25% de sus ingresos tributarios. Si la Administración central cede a la comunidad los tributos citados en lo que se refiere al territorio madrileño, la cantidad registrará una media por habitante mayor que en otras regiones.
Además de la financiación de los servicios que asuma, Madrid recibe casi 11.700 millones en el presente año procedentes del Fondo de Compensación Interterritorial. Considerada globalmente, es la novena región por la dotación que le corresponde, pero la última si se estima en pesetas por habitante. Las transferencias del fondo interterritorial y las destinadas a cubrir el coste de los servicios en el período transitorio -hasta la cesión de tributos- ya elevarían por sí solas el presupuesto a más del doble del que gestionaba la Diputación. Pero Madrid percibirá en su día, asimismo, y con arreglo a la legislación autonómica, varios miles de millones más por lo que se denomina "participación en los impuestos estatales no cedidos", que debe ser regulada por ley de las Cortes.
Por otra parte, Madrid-región podrá establecer sus propios tributos (en principio continuará gestionando las tasas que corresponden a la Diputación) y, también, fijar recargos sobre determinados impuestos estatales. En este caso, que es totalmente potestativo, la decisión deberá ser adoptada por los propios órganos autónomos, que asumirán así las consecuencias electorales que ello pudiese tener. No obstante, esta materia se encuentra pendiente de regulación legal. La ley correspondiente, a cuya elaboración se comprometió UCEI en los pactos autonómicos de 1981 situando como tope de presentación el mes de junio de 1982, nunca llegó a ser tramitada en el Parlamento.
Inversiones de la comunidad
El presupuesto formado por los ingresos descritos encontrará diversos destinos. Los casi 11.700 millones de pesetas del Fondo de Compensación Interterritorial deben ser dedicados necesariamente a obras de carácter local, comarcal, provincial o regional de infraestructura, regadíos, ordenación del territorio, vivienda y equipamiento colectivo, mejora del hábitat rural, obras públicas, transportes y comunicaciones y, en general, aquellas Inversiones destinadas a disminuir las diferencias de renta y de riqueza. La comunidad debe hacer frente a los gastos corrientes y de funcionain iento que tales inversiones generen.
En 1983, según los acuerdos de inversiones alcanzados por la Diputación y el Ministerio de Hacienda, Madrid invertirá la mayor parte de su dotación del fondo interterritorial en equipamientos eseolares. Exactamente, 4.175 millones de pesetas. Otra importante partida, de 3.506 millones, estará destinada a promoción pública de viviendas.
Al margen del fondo interterritorial, el resto de las inversiones de la comunidad, también tienen la posibilidad de incidir en los apartados enumerados, pueden ser decisivas para establecer cen tros de formación deportiva, ayu dar al desarrollo de empresas y cooperativas de la región, instituir nuevas entidades financieras y de crédito, edificar colegios, guarderías e instalaciones para disminuidos fisicos, crear centros de Salud, o constituir hospitales comarcales, abrir hueco a mayor número de parques y jardines.
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