La hipertensión arterial es hereditaria y podrá tener diagnóstico temprano, según científicos soviéticos
En contra de lo que se consideraban hasta ahora causas directas de la hipertensión arterial (estrés y consumo de sal, entre otras), un grupo de científicos soviéticos ha puesto de manifiesto que el origen de esta enfermedad es hereditario y, por tanto, de tipo genético. El diagnóstico temprano, un tratamiento más eficaz y la posibilidad de intervenir preventivamente en un futuro mediante técnicas de ingeniería genética son algunas de las consecuencias de este descubrimiento sobre la hipertensión, enfermedad que afecta a uno de cada seis habitantes de los países industrializados y, muy frecuentemente, deriva en graves problemas cardiovasculares, como la arteriosclerosis o el infarto de miocardio.
Las investigaciones en el atractivo y prometedor campo de las biomembranas empiezan a dar sus frutos. Quizá uno de los más significativos de los últimos tiempos haya sido la enorme importancia que juegan las membranas celulares en los procesos cancerosos. Ahora también la hipertensión, otra de las enfermedades denominadas de la civilización, cuya incidencia se estima en nuestro país en más de cinco millones de afectados, puede explicarse igualmente en términos de anomalías sufridas por estas complejas y fundamentales envolturas de las células.
Contradicciones
Un grupo de científicos del Laboratorio Central del Ministerio de Salud Pública de la URSS, dirigido por el profesor Yuvenali Postnov, ha sido el artífice de este descubrimiento, que implica además la participación de factores genéticos de tipo hereditario en la hipertensión arterial. Uno de los principales motivos que llevó a estos investigadores a profundizar acerca de la etiología de esta enfermedad fue la contradicción existente entre las causas hasta ahora consideradas y el número de personas afectadas. Si las sobrecargas nerviosas crónicas y el exceso de sal, de determinadas grasas y bebidas alcohólicas, así como el consumo de tabaco, eran los principales responsables, deberían afectar a un número superior de personas (la incidencia está en una de cada seis), dada la proliferación de estos hábitos y circunstancias en los países industrializados.Por ello dirigieron sus investigaciones al estudio de ciertas funciones celulares, mediadas. a través de sus membranas externas. Los novísimos métodos de investigación de las estructuras celulares permitieron demostrar que aquellas personas afectadas de hipertensión arterial tenían alterada la regulación del contenido de iones calcio en el interior de la célula. Este proceso es llevado a cabo ininterrumpidamente mediante las denominadas bombas de calcio, situadas a nivel de las membranas celulares, las cuales se encargan de extraer del interior de las células el exceso de estos iones.
Secreción de adrenalina
En el caso de los afectados por hipertensión arterial, este mecanismo resulta menos eficaz, lo que repercute en la capacidad de reacción de la célula a las influencias hormonales y nerviosas. Esto va a originar, consecuentemente, una compleja cadena de alteraciones. Una de las más significativas es la elevada Secreción por parte de las terminaciones nerviosas de adrenalina, sustancia responsable de la aceleración de la frecuencia cardiaca, la constricción de los vasos sanguíneos y, sobre todo, del aumento de la tensión arterial.Tras este descubrimiento de la alteración de las bombas de calcio y su repercusión patológica en el organismo, los científicos soviéticos concluyeron que esta anomalía sólo era posible cuando existía un defecto hereditario de las propias membranas celulares. Estos datos, confirmados por especialistas de Estados Unidos, Francia y Japón, ponen, pues, de manifiesto que la hipertensión es una especie de patología de las envolturas celulares. Ahora bien, parece ser que para que esta enfermedad se origine se necesita, por regla general, del concurso de aquellos factores externos considerados hasta ahora como responsables directos: sobrecarga nerviosa, sedentarismo, consumo excesivo de sal, bebidas alcohólicas y tabaco.
El descubrimiento del carácter hereditario de la hipertensión arterial abre, por otra parte, una prometedora perspectiva para descifrar las bases moleculares de las alteraciones de las membranas y el vínculo de éstas con el aparato genético de la célula.
Diagnóstico precoz
Ello supone, igualmente, la posibilidad de que, en un futuro, las técnicas de ingeniería genética puedan emplearse para la prevención y erradicación de esta enfermedad, así como la producción de fármacos que actúen optimizando el funcionamiento de las bombas de calcio, sustituyendo a los vasodilatadores utilizados actualmente.Por lo pronto, ya se ha puesto en práctica una prueba diagnóstica para detectar a personas propensas ala hipertensión. Basta con medir la permeabilidad de los glóbulos rojos sanguíneos y observar si es superior a la normal para saber si una persona, aun con presión arterial correcta, tiene esta tara hereditaria.
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