_
_
_
_

El PSI pide la dimisión de Fanfani y la convocatoria de elecciones anticipadas

Juan Arias

El Partido Socialista (PSI) abandona a Fanfani, Los socialistas han decidido: elecciones en junio, El Gobierno, a un paso de la crisis. Son los títulos de primera página de los diarios La Repubblica, Il Messaggero e Il Corriere della Sera de ayer. La noticia es que los socialistas han convocado para mañana y el sábado una reunión extraordinaria del comité central para pedir a Amintore Fanfani que obre en consonancia con la situación actual de crisis y dimita. En este caso, según los socialistas, lo mejor es ir cuanto antes a elecciones anticipadas.En el diario Avanti, órgano oficial del partido socialista, se decía ayer que las elecciones anticipadas "son un hecho de fisiología, política" sobre el que no hay por qué hacer tragedias griegas. Por el contrario, el líder democristiano, Giulio Andreotti, ex presidente del Consejo de Ministros, que acaba de celebrar a bombo y platillo sus 40 años de vida política, ha pedido que en la proyectada reforma institucional se introduzca un artículos que haga imposible celebrar elecciones anticipadas.

Los comunistas se han subido también al carro de los partidarios de las elecciones, ya que han afirmado que "consideran acabada la experiencia del Gobierno Fanfani". Lo que sí piden es que los socialistas concurran a la campaña electoral diciendo que, aunque por el momento sea imposible la alternativa de izquierdas, esa es su meta futura. Los seguidores de Enrico Berlinguer recuerdan a los socialistas de Bettino Craxi el duro precio que han tenido que pagar por su alianza de gobierno con la Democracia Cristiana.

Los motivos socialistas

Los democristianos, por su parte, están convencidos de que el partido socialista empuja hacia las urnas por dos motivos: porque en septiembre tendría que enfrentarse con la aprobación de los presupuestos para 1984, en un momento de profunda crisis, en el que los socialistas tendrían que decidir abiertamente si están o no a favor de una política de rigor, y segundo, porque teme que cuanto más se espere para ir a elecciones, más tiempo tendrá la Democracia Cristiana para llevar a cabo la reestructuración del partido con la secretaría de Ciriaco de Mita.De Mita, como pasaba hace un año con el fenómeno Craxi, atraviesa un momento de auge y vuelve a contar con el apoyo no sólo de ciertos medios reticentes de su propio partido, sino también de los ambientes de la alta industria milanesa y de la Prensa.

Los democristianos se oponen, lógicamente, a que se adelanten los comicios, pero si las cosas se ponen feas y los socialistas no cejan en sus pretensiones de anticipar las elecciones, antes que celebrarlas en otoño prefieren que se llevan a cabo inmediatamente. "No les tenemos miedo", ha dicho, seco, De Mita. Para la Democracia Cristiana, no perder votos en este momento sería ya un éxito, mientras que para el partido socialista supondría una derrota el no conseguir la victoria que todo el país le atribuía hace sólo un año, poco antes que llegara a la secretaría democristiana De Mita, a quien se bautizó entonces como el otro Craxi.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_