Compendio antisemita
La carta de la señora Katia Durán, publicada en EL PAÍS del 28 de marzo, bajo el título El centenario de Marx constituye un compendio de la argumentación antisemita de rara belleza (en el sentido en que los médicos hablan de un tumor de gran belleza, por su evidencia didáctica).1. Se nos notifica que Karl Marx no denunció a los "auténticos capitalistas" porque era nieto de un rico (?) rabino". Léase: cualquier presunto error cometido por un judío debe ser explicado por sus orígenes raciales...
2. Los "auténticos capitalistas" no denunciados por Karl Marx son, según la señora Durán, "los capitalistas hebreos que ya en la época infestaban Europa". (Nótese, de paso, el "ya en la época": los judíos son el peligro eterno; nótese también el verbo "infestar": los judíos son una lepra, una peste, una enfermedad.)
Cualquier historiador sabe que la inmensa mayoría del pueblo judío vivía en guetos, en condiciones a menudo infrahumanas, peores en todo caso que las del lumpemproletariado de la época. Pero eso no importa: los judíos son la alta finanza. Cualquier historiador sabe, por otra parte, que el gran capital, a mediados del siglo XIX, estaba en manos de familias protestantes, católicas... y también judías (¿por qué no?). Pero tampoco importa: el capital "infesta" sólo cuando huele a sinagoga, jamás a sacristía.
3. La señora Durán parece ignorar que Karl Marx publicó en 1844 un opúsculo titulado La cuestión judía que es un verdadero alegato antisemita, fruto probablemente de la selbsthasse (odio a sí mismo), que Freud más tarde analizaría en sus pacientes judíos víctimas de las persecuciones. Tan histéricamente antisemita es dicho panfleto, que los marxistas contemporáneos casi nunca lo citan, y cuando lo hacen explican que se trata de una obra de juventud, indigna del gran pensador de la clase obrera.
Por tanto: los judíos se equivocan porque son nietos de judíos.
Los judíos son "los auténticos capitalistas". Karl Marx, autor de La cuestión judía, panfleto antisemita, no denunció bastante la infección judía.
Quod erat demonstrandum...
Lo que realmente demuestra la carta de la señora Durán es que el antisemitismo no es privilegio de la derecha: asistimos hoy día a un recrudecimiento del antisemitismo en nuestras propias filas progresistas. Por aportarnos nuevas y tan evidentes pruebas de esta cruel verdad, se merece la señora Durán todo nuestro agradecimiento. /
Director del Instituto Francés de Madrid.
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