Ningún grupo reivindicó el atentado en el que murió el teniente de la Policía Nacional en Valencia

El teniente de la Policía Nacional Emilio García Martínez, de 47 años de edad, falleció ayer en Valencia a consecuencia de las heridas sufridas al hacer explosión un artefacto que había sido colocado en un automóvil de su propiedad, estacionado en un aparcamiento privado. A la hora de elaborar este informe, ningún grupo había reivindicado el atentado terrorista.

La bomba estalló al ponerse en marcha el coche, mediante algún tipo de sistema conectado al encendido. Hasta la noche de ayer el atentado no había sido reivindicado y la policía no señalaba ninguna organización terrorista concreta como posible autora, pese a que algunos rumores apuntaban a los GRAPO. El explosivo era un paquete de un kilo aproximadamente de peso, colocado fuera del coche, debajo del asiento de detrás del conductor, y estaba compuesto de cloratita (pólvora prensada), con metralla. El ministro del Interior, José Barrionuevo, asistirá hoy al funeral.La explosión se produjo sobre las 8.35 de la mañana, cuando el teniente se disponía a trasladarse a su lugar de trabajo. Fue escuchada por su hijo, ya que la vivienda familiar está a escasos metros del aparcamiento, quien acudió inmediatamente y encontró a su padre en el coche malherido y semiinconsciente. Se dio rápidamente aviso al 091 y acudió una ambulancia que trasladó al teniente a la Ciudad Sanitaria de la Seguridad Social La Fe, donde falleció después de las diez de la mañana.

Al mando de la vigilancia del recinto ferial

Emilio García Martínez había ingresado como número en la Policía Nacional y ascendió a teniente en 1980. Estaba destinado en Paterna desde 1981 y sus destinos anteriores habían sido Valencia, Madrid y Vitoria. Era casado y tenía dos hijos, uno de 19 años y otra de 17. Estaba adscrito a la guarnición de Paterna, jurisdicción de la que depende el recinto de la Institución Ferial Valenciana. El teniente fallecido estaba encargado del mando de la vigilancia del recinto. El aparcamiento donde se produjo la explosión tiene dos plantas y 150 plazas, por lo que dada la hora, la explosión podía haber causado más víctimas. Se da la circunstancia de que el teniente fallecido tenía reservada la plaza de aparcamiento en ese lugar tan sólo desde el pasado día 10 de abril.El ministro del Interior, José Barrionuevo, se trasladará a esta ciudad con el objeto de asistir al funeral que se celebrará hoy, a las cuatro de la tarde. La capilla ardiente quedó instalada ayer tarde en el cuartel de Policía Nacional de la Alameda en Valencia.

El gobernador civil de Valencia, Eugenio Burriel, que se trasladó inmediatamente al lugar de los hechos y más tarde a la ciudad sanitaria, calificó el atentado de "salvaje e inhumano, absolutamente inútil e increíble". El presidente de la Generalidad valenciana, el socialista Joan Lerma, hizo pública su condena del atentado tan pronto tuvo noticia del mismo, y comunicó inmediatamente su condolencia a las autoridades gubernativas y los jefes de la policía Nacional.

El director de la ciudad santaria La Fe, Adolfo Rincón de Avellano, manifestó al diario EL PAÍS que el teniente García Martínez ingresó en el centro sobre las nueve de la mañana. Presentaba en la fosa lumbar derecha una herida muy amplia, con diversas trayectorias en el interior, y fracturas costales. Sufría quemaduras de tercer grado en el costado derecho, la parte derecha de la espalda y la cabeza, además de fractura de. una pierna.

Ingresó en estado semiinconsciente y desde el primer momento se le intentó reanimar con trasfusiones sanguíneas, ya que llegó sin tensión, debido a la cantidad de sangre que había perdido. Falleció aproximadamente una hora y cuarto después de haber sido ingresado.

El cadáver fue trasladado al Hospital Clínico, donde se le practicó la autopsia, y de ahí al cuartel de Policía Nacional de la Alameda, donde permanecerá hasta el momento del funeral.