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El endeudamiento del Tercer Mundo no es insuperable, según el Banco Mundial

Los países industrializados no pueden contar con una recuperación fuerte de su economía si los países en desarrollo no participan de esa expansión, declaró anteayer en Bonn el presidente del Banco Mundial, Alden Winship Clausen. En una declaración conjunta con el ministro federal de Cooperación Económica, Juergen Warnkem, se constató que "el endeudamiento de los países en desarrollo es ciertamente dramático, pero no insuperable". "En algunos de los países más endeudados", dijo, "existen actualmente cuellos de botella que impiden la liquidez, pero no deben confundirse con una incapacidad permanente de pagar"."La crisis tiene su origen", según Alden Winship Clausen, presidente del Banco Mundial, "en el peligro real de que la recesión sea tan prolongada en los países del Tercer Mundo que llegue a impedir la expansión económica en el mundo industrializado. Un retraso en la recuperación en el bloque de naciones industrializadas trae aparejados daños mayores en la economía, ya dañada, de los países en desarrollo".

La propuesta de Clausen para salir de este círculo vicioso se basa en dos exigencias fundamentales:

1. La corriente de capital hacia el Tercer Mundo no deberá cortarse, sino ampliarse.

2. Los países industrializados deben evitar a cualquier precio la tentación de levantar barreras proteccionistas frente a las importaciones del Tercer Mundo.

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