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La desaparición de los desechos tóxicos de Seveso provoca un escándalo en Europa

Italia ha cumplido todas sus obligaciones en el tema de los desechos de dioxina de Seveso, ha declarado el senador Luigi Noe, responsable de la oficina especial creada en Lombardía para coordinar los esfuerzos de las autoridades tras la catástrofe ocurrida en julio de 1976. El senador Noe ha confirmado que los desechos se encuentran actualmente enterrados en algún lugar de Europa, pero no ha especificado el país que los ha acogido. Se trata de la primera declaración oficial italiana y del último acto, hasta ahora, en el escándalo surgido en torno al ignorado paradero de estos desechos tóxicos, que ha motivado una verdadera psicosis en varios países europeos y que cobra especial importancia ante la próxima celebración del juicio en torno a esta catástrofe ecológica.

Seveso, pequeña localidad próxima a Milán, adquirió triste notoriedad en 1976 a raíz de una de las mayores catástrofes ecológicas de la historia. La explosión ocurrida entonces en una planta química de la empresa Icmesa, filial de la multinacional suiza Hoffman-Laroche, produjo una nube de dioxina, gas fuertemente tóxico, que obligó a evacuar a toda la población. Según ha denunciado la prensa de Alemania Federal, una empresa de capital alemán se encargó de transportar 2.200 kilogramos de tierra altamente contaminada a lugar seguro el pasado verano, pero nadie sabe dónde se encuentra actualmente el depósito.Al parecer, la firma encargada del transporte se comprometió a no revelar, ni siquiera a la empresa suiza que le hizo el encargo, el itinerario o el destino final de la dioxina de Seveso.

El pasado viernes, el diario alemán Bild Zeitung, que tira cerca de cinco millones de ejemplares, titulaba en portada a toda página: "¿Dónde está el veneno de Seveso?" Ante el creciente escándalo, el Ministerio del Interior alemán hizo público un comunicado en que aseguraba que la empresa que transportó los desechos, filial italiana de una alemana, iba a dar toda la documentación relativa al caso al Gobiemo federal.

Al mismo tiempo se empezó a especular con la posibilidad de que los desechos, que están contenidos en 41 bidones, se encontraran en territorio de Alemania Oriental, hipótesis que ha sido repetidamente desmentida por el gobierno de este país.

La pista se pierde en Francia

Finalmente, en la tarde del pasado sábado, el Ministerio del Interior de Alemania Federal instó oficialmente a la Secretaría de Estado francesa para el medio ambiente a que realizara todo lo posible para encontrar el ignorado paradero de los desechos tóxicos de Seveso, cuya pista se perdió el 20 de septiembre de 1982 en la localidad de Saint Quentin, en el norte de Francia.Esta petición se hizo después de que comenzara en Alemania Federal el análisis de los documentos facilitados por la empresa que los transportó, que, según las autoridades alemanas, no permiten saber dónde se encuentran actualmente los desechos.

El único dato lo constituye una declaración de la firma francesa Spelidec, fechada el 4 de noviembre de 1982, en la que afirma que los bidones que contienen los desechos tóxicos se han transportado a un depósito autorizado conforme a la legislación medioambiental en vigor.

En sus declaraciones de ayer, el senador Noe afirma que el peligro se ha exagerado. "Se trata de 2.200 kilogramos de materias salinas que contienen 300 gramos de dioxina", ha aclarado, afirmando que los 41 bidones que los contienen se encuentran enterrados en una zona impermeable, sobre arcilla.

El tema de los desechos tóxicos adquiere especial importancia debido a que el próximo 19 de abril está previsto que comience en Milán el proceso judicial para deslindar responsabilidades en tomo a la catástrofe de Seveso.

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