Grave escalada de los combates entre Vietnam y Tailandia en las proximidades de la frontera de Camboya
Los combates entre tropas tailandesas y vietnamitas se han recrudecido en la frontera camboyana alrededor de los campos de refugiados y las bases guerrilleras jemeres, contrarias al régimen provietnamita actual de Camboya. Hanoi ha derribado un caza-bombardero tailandés sobre Con Cham, alcanzado por un misil Sam-7, de fabricación soviética. Murieron el piloto y copiloto del aparato, un A-37 Dragonfly, fabricado en Estados Unidos.
El avión derribado servía de escolta a un helicóptero que transportaba en misión de reconocimiento al jefe de las fuerzas armadas tais, general Saiyud Khmerdpol. Las fuentes militares tailandesas aseguraron que el aparato se estrelló en territorio propio, cerca de una base guerrillera del príncipe Norodom Sihanuk que combate a los vietnamitas.En Bangkok se afirma que las tropas de Tailandia han dado muerte a 250 vietnamitas y herido a centenares de ellos, en el transcurso de los combates que se registraron esta última semana. Alrededor de quinientos civiles han perdido la vida o han sido heridos durante las luchas a ambos lados de la frontera. Portavoces de organismos internacionales explicaron que los vietnamitas obligaron a refugiados camboyanos, durante sus incursiones, a regresar al territorio de Camboya. Parece que en estos momentos, muchos de ellos se encuentran dispersos en la jungla.
Ayuda norteamericana
El recrudecimiento de la lucha ha llevado a la Administración norteamericana a acelerar la entrega de armamento a los tailandeses. Ayer llegó a Bangkok un avión de transporte Hércules C-130 con un cargamento de misiles tierra-aire Redeye. Mañana y el día 18 están previstas nuevas entregas.Hanoi ha criticado violentamente la ayuda militar norteamericana, acusando a Washington de "estar de acuerdo" con China para "aumentar la tensión en la frontera camboyana".
Sin embargo, en opinión de observadores, la reacción china a favor de los tailandeses no ha sido por el momento tan directa como lo fue hace tres años, durante otros incidentes fronterizos. En aquella ocasión, las autoridades de Pekín afirmaron que, en caso de invasión vietnamita de Tailandía, los chinos combatirían al lado de los tailandeses y amenazaron con una nueva "operación de castigo", como la que se llevó a cabo en 1979.
Aunque el mariscal Yang Dezhi, jefe de las tropas chinas, reiteró el pasado mes de febrero su apoyo a la causa tailandesa, durante una visita a Bangkok, en los últimos días, Pekín se conforma con condenar los ataques de Vietnam contra los guerrilleros jemeres.
Matanza de refugiados
Son Sann, uno de los líderes de la resistencia antivietnamita, manifestó el viernes que las tropas de Hanoi mataron a centenares de civiles el pasado lunes, en un campo de refugiados.Según Son Sann, que hizo estas afirmaciones durante su visita al campo de refugiados de Khoao-i-Dang, la matanza se llevó a cabo después de que los vietnamitas tomaran una base guerrillera cercana a un campo vecino. "Varios centenares de civiles", dijo, "especialmente mujeres y niños, fueron asesinados en grupos, a los que se arrojaban granadas de mano y eran rematados con bayonetas". En Bangkok, ninguna fuente independiente ha podido confirmar esta información.
En Copenhague, el ministro danés de Asuntos Exteriores pidió ayer a la Comunidad Económica Europea una iniciativa rápida que ataje la crisis entre Tailandia, Vietnam y Camboya. Se han iniciado ya conversaciones preliminares entre los miembros de la CEE.
