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Los cuatro meses de gestión socialista no han quebrado la tendencia de pérdida de reservas y depreciación de la peseta

La cobertura de reservas internacionales de España para pago de bienes y servicios puede encontrarse, tras la evolución negativa del primer trimestre de este año, a niveles similares a los que se alcanzaron en noviembre pasado (1,7 meses), en vísperas de la devaluación, según estimaciones de expertos financieros. En enero, según las últimas cifras oficiales, España perdió reservas exteriores por valor de 110 millones de dólares (48 millones en enero de 1982), y las estimaciones para febrero sitúan la caída de reservas en torno a los 600 millones de dólares (426 millones de dólares en igual mes de 1982). Por otra parte, a lo largo de este mes de marzo -únicamente por el concepto de apoyo al tipo de cambio de nuestra moneda, es decir, sin contabilizar otras transacciones-, el Banco de España ha cedido unos 400 millones de dólares.

En reservas centrales netas (exclusivamente las que están en poder del Banco de España), las pérdidas de enero y febrero han sido algo menores: 37,1 millones de dólares y 483 millones de dólares, respectivamente. La diferencia entre estas cifras y las de reservas exteriores netas se encuentra en que en estas últimas se contabilizan además las operaciones de la banca delegada.A lo largo de 1982, excluyendo los ajustes del precio del oro, se produjo una reducción de 3.120 millones de dólares en el nivel de divisas disponibles, cifra cuatro veces superior a la pérdida acumulada en 1981. En los dos primeros meses de este año se han perdido ya más de 700 millones de dólares.

Peor que de costumbre

Esta elevada pérdida de reservas se ha producido a pesar de la devaluación de la peseta en un 8% a primeros de noviembre y parece correr paralela -a juicio de los expertos- a la continua apreciación del dólar a lo largo del primer trimestre. Estacionalmente, los primeros meses de cada ejercicio siempre son malos en cuanto a pérdida de reservas, pero en el primer trimestre de 1983 se ha agudizado esta tendencia. La peseta, desde la víspera de la devaluación de diciembre hasta ahora, se ha depreciado un 17% con respecto al dólar. Es decir, que, pese a la devaluación de la peseta un 8% la primera semana de diciembre, ésta ha continuado cayendo, y no lo ha hecho más gracias a los apoyos crecientes que en las últimas semanas está realizando el Banco de España para mantener el tipo de cambio.El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, explicó en diciembre las causas de la devaluación decidida por el nuevo Gobierno: "Las razones principales que nos hacen considerar aconsejable tal medida son, por una parte, que, al no haber tenido éxito la lucha contra la inflación en los dos últimos años, se ha ido agrandando la brecha entre nuestra inflación y la media de los países de la CEE, por lo que hemos ido perdiendo competitividad en nuestras exportaciones a esos países; por otra parte, aunque hemos ganado competitividad respecto al comercio exterior en dólares, ello había sido porque el dólar estaba sobrevalorado a causa de los altos tipos de interés en Estados Unidos. Ahora comienza a bajar el dólar y podríamos perderla de nuevo, con grave riesgo para nuestras exportaciones y para el déficit de la balanza de pagos, que queremos reducir el año próximo".

Las previsiones de Miguel Boyer que hablaban de una caída del dólar, por el momento, no se han cumplido, sino que ha continuado la carrera alcista de la divisa norteamericana y la fuerte caída de reservas internacionales en España. El reajuste monetario europeo de hace unas semanas, que se tradujo en una ligera revaluación del marco alemán y en una suave devaluación del franco francés, provocó una depreciación del 2% de la peseta en los mercados internacionales, aunque el Gobierno evitó formalmente el acto de una segunda devaluación a los cuatro meses de gestión.

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