La devaluación de la lira favorecerá el turismo en Italia
Italia recibió ayer con gran satisfacción la conclusión positiva de las negociaciones en Bruselas sobre los nuevos cambios del Sistema Monetario Europeo (SME), después del terremoto de la vigilia y el miedo a que Francia pudiera decidir abandonar el carro europeo. La revalorización del marco alemán y la devaluación de la lira favorecen enormemente a este país que tiene en la República Federal de Alemania su mejor cliente en el campo de las exportaciones, y porque el turismo alemán, que es una de las fuentes de riqueza italiana, se verá de este modo doblemente asegurado, ya que a un alemán este año le costará veranear, en Italia un 8% menos que el año pasado.Es verdad que la devaluación del 2,5% de la lira crea también a este país problemas por lo que se refiere a las importaciones que debe pagar en dólares, pero siendo sobre todo el petróleo la partida más sustanciosa de las importaciones, esta es una buena coyuntura tras la reciente disminución de los precios petrolíferos. Por eso, el Gobierno italiano había reaccionado durísimamente la víspera de las conclusiones de Bruselas con grandes títulos en los diarios de todas las tendencias.
Se subrayaba que precisamente Italia no estaba atravesando, ciertamente, uno de los períodos peores y que, como había indicado el gobernador del Banco Central de Italia, "la lira no estaba por los suelos". La crítica que hacían los políticos italianos era que no se trataba tanto de una crisis económica como política, y que lo importante sería que, después de los cuatro años difíciles del acuerdo monetario europeo, la nueva y enésima crisis que ha llevado por primera vez en la polémica historia del SME al cierre de los cambios sirviera para llevar a cabo "una revisión a fondo" del sistema mismo.
Devaluada la fibra irlandesa en un 3,5%
La devaluación de la fibra irlandesa en un 3,5%, como resultado del reajuste de valores en el SME, producirá, entre otras consecuencias, según informa Efe, un inmediato aumento de la deuda exterior de la República de Irlanda. Aunque el Gobierno irlandés ha aceptado sin objeciones la reducción del valor de su moneda, los 6.500 millones de dólares que alcanza su deuda exterior le convierten en el primer afectado por la devaluación.
