Manierismo y monotonía
Gombrowiez estrenó Yvonne... en 1935; estaba incluido en lo que los tratadistas llaman el grotesco polaco: patetismo, romanticismo, con un tratamiento de burla más o menos cruel. Fue un gran novelista, sobre todo después de su emigración -Argentina, Francia- donde desposó su cultura local con otras corrientes universales y tomó un contacto mayor con lo que llamamos nuestro tiempo y su absurdo; su sumisión a la forma. Como autor de teatro fue más bien ocasional (tres obras), aunque altamente explotado por el teatro independiente y de festival. Yvonne es su primera obra: tiene ya todo el contenido de sátira de la conceptualización" (según él) y todos los problemas de un teatro incipiente y de una época determinada. La versión castellana del grupo Musaraña -está sin firmar, pero la frescura y la libertad de lenguaje en algunos momentos son de la escuela de Nieva- no evita la pesadez y la reiteración originales. Se añade la monotonía del montaje de Vera. La farsa, la deshumanización, el marionetismo han envejecido, como la obra; el esteticismo en los figurines y en la escenografía, también. Hay una calidad inicial, grata, de buena factura; en cuanto se fija en la retina, se pierde al fondo. Yvonne ha perdido su vieja frescura, su irrupción: queda el juego de la obra abierta, por el cual el espectador, si trabaja por sí mismo, puede hacer algunos hallazgos: la teatralidad clásica del intruso que rompe la superficie del orden, la incomodidad del personaje silencioso que no participa, la capacidad de poner de relieve el fondo defectuoso de cada uno; la criminalidad de la sociedad frente al perturbador.Los intérpretes hacen un buen ejercicio escolar de expresión corporal, de impostación de voces, de atención al movimiento deshumanizado. Como es ya costumbre, falta la prosodia simple y el subrayado verbal de los significados del texto; por eso la actriz que interpreta Yvonne destaca más: su papel es mudo, y la impasibilidad del rostro patético y el movimiento descompuesto dan el máximo misterio al personaje. Es un grupo y un director a los que habrá que tener en cuenta; tienen posibilidades en cuanto puedan salir del manierismo.
Yvonne, princesa de Borgoña, de Gombrowicz (1935)
Intérpretes: Angeles Arroyo, Alejandro de la Fuente, Blanca Fernández Apilánez, Antonio Muñoz, Antonio Pozuelo, Mariví San Román, Rosa Sánchez, Raúl Sanz, Aitor Tejada, Miren Urquijo. Espacio escénico y vestuario, Teatro Musarañas. Puesta en escena: Luis Vera. Estreno: Sala Cadarso, 17 de marzo.
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