Protesta ferroviaria

He leído el editorial que, bajo el título de Convenio generoso, adorna el domingo 13 de marzo, como una perla más, el ya largo collar de editoriales, artículos, gacetillas y demás sueltos. con que viene ilustrando a los lectores sobre la situación de Renfe y su problemática laboral en general, desde la fundación del diario de su dirección.No voy a entrar en la consideración sobre los datos que en el mismo se facilitan, que demuestran, o una desinformación o una información tendenciosa y manipulada, muy especialmente por los silencios demasiado sospechosos del fondo de la condición del ferróviario en España y la problemática del ferrocarril, sino en el tono que ustedesvienen refiriéndose a estas cuestiones, tergiversando la realidad, tratando displicentemenfe a un amplio colectivo, dando la impresión de que todos los problemas de este país arrancan de los convenios ferroviarios. Naturalmente, el único medio que pueden utilizar para ello es la demagogia y la desinformación pulsiva, con la torpeza y falta de imaginación con que lamentablemente abordan estas cuestiones, y así, lo que en algún momento se nos hizo creer que podía llegar a ser el Le Monde español, se queda en pura charlatanería; por favor, respeten un poco más a un público que hace ya tiempo cumplió la mayoría de edad y no está para sensacionalismos grotescos.

Quiero terminar diciéndole que seguiré comprando EL PAIS, por considerar que es el menos malo en información -de todo tipo, exceptuando lo referente al enjuiciamiento de la problemática laboral/

Madrid.