Argelia niega que el acercamiento a Marruecos cambie su política en favor de la autodeterminacion saharaui
A pocas horas de la llegada a Túnez, en visita oficial, del presidente de Argelia, Chadli Benyedid, la Prensa progubernamental argelina lanzó ayer uno de sus más duros ataques contra "las especulaciones gratuitas y tendenciosas de cierta Prensa occidental", reafirmando que, por lo que concierne al conflicto del Sahara occidental, este país sigue considerándolo como un problema de descolonización, cuya solución política sólo puede producirse a través de una negociación entre saharauis y marroquíes.
El diario pro gubernamental argelino El Mudjahid subrayaba ayer que la única observación "imparcial y de buena fe" que podría aceptarse sería la de admitir que, en el plano bilateral, Argelia y Marruecos han dejado de tener un contencioso desde que firmaran en Rabat, en el año 1972, una convención sobre el trazado fronterizo.Desde la óptica argelina se mantiene la posición ya conocida en torno a la guerra en la ex- colonia española, mientras se acentúa al propio tiempo la condena de todo intento de relacionar la normalización con Marruecos a un cambio de rumbo de la política de este país sobre el conflicto, que para Argel sigue siendo "un problema de descolonización que divide a nuestros hermanos saharauis y nuestros hermanos marroquíes".
Nueva entrevista
Hasta el momento no existe la menor indicación digna de ser considerada a propósito de una nueva entrevista en los próximos días entre el presidente argelino y el rey Hassan II de Marruecos.Sin que pueda descartarse a corto plazo el restablecimiento de las relaciones diplomáticas argelino-marroquíes, rotas por Rabat en 1976, la posibilidad de otro encuentro de los dos estadistas en Tunicia es considerada como "totalmente especulativa".
En el tira y afloja en que parecen sumergidos argelinos y marroquíes a propósito de la interpretación que debe darse al histórico encuentro del pasado mes de febrero entre Chadli y Hassan II en la frontera argelino-marroquí, lo menos que puede afirmarse es que nadie sabe con absoluta certeza, fuera de los dos dirigentes y sus inmediatos colaboradores, si va a producirse un cambio de la tesis marroquí, basada en la negativa a reconocer al Polisario y negociar con él una salida honrosa al conflicto o, por el contrario, serán los saharauis los que acepten el principio de concesiones mutuas.
De 1975 a 1983
El Polisario insiste en que no habrá desmembramiento territorial ni confederación con ningún vecino de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), y Argelia agrega que la paz con Marruecos es buena, necesaria y hasta ansiada, pero no a base de neutralizar las aspiraciones del Frente saharaui. Si se comparan las últimas declaraciones de los medios argelinos con las que se publicaban, por ejemplo, en junio de 1975, poco antes de que se firmaran los acuerdos tripartitos de Madrid, hay que reconocer que poco ha. cambiado el tono de las declaraciones, aunque sí son otras, a juicio argelino, las partes involucradas en el conflicto.
Relaciones fraternales
En 1975, el órgano del Frente de Liberación Nacional (FLN) afirmaba que los tres países magrebíes interesados entonces en el problema (Argelia, Marruecos y Mauritania) hallarían, a través de sus relaciones fraternales y su solidaridad, "los medios de trascender la dificultad actual y elaborar una solución común, dado que lo esencial es y será la descolonización y la liberación del Sahara".En 1983, para Argelia la solución no pasa por Nuakchot ni Argel, a título de partes interesadas en el conflicto, sino que tiene que transcurrir inevitablemente en base a discusiones políticas entre el Polisario y Marruecos.
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