La política de neutralidad permanecerá sin grandes cambios los tras los comicios
La política exterior marcada por la línea Paasikivi-Kekkonen ha sido explicada muchas veces en las últimas décadas por los dirigentes finlandeses y lo fue una vez más hace ya doce años con ocasión del ingreso de Finlandia en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para el período 1969-1970.En esa ocasión, el delegado finlandés ante la Naciones Unidas manifestó: "Como corresponde a una nación pequeña y neutral, que ha buscado y encontrado su seguridad no a través de la confianza en las alianzas militares o en la protección de un grupo de poderes, en contra de otros, sino por medio de una política exterior encaminada a mantenerla apartada de los conflictos y controversias internacionales, Finlandia tiene un interés vital en promover el desarrollo de un orden internacional pacífico y racional basado en el sistema de seguridad colectiva inspirado en la Carta de las Naciones Unidas.
La mejor manera en que Finlandia puede contribuir a este fin es a través de una estricta y consistente adhesión a la política de neutralidad, la cual, al mismo tiempo que nos lleva a evitar tomas de posición en las disputas entre las grandes potencias, nos permite manténer relaciones amistosas con todos los Estados, por encima de barreras ideológicas y alianzas militares y, por tanto, nos facilita la intervención en favor de la conciliación y la solución pacífica de las disputas toda Vez que ello sea necesario". Las posiciones de Finlandia en política internacional han sido consecuentes con los principios enunciados.
Pero más allá de las declaraciones, la piedra angular sobre la cual reposa la política exterior finlandesa es el tratado de amistad, cooperación y ayuda mutua firmado con la Unión Soviética en 1948, renovado en 1970 y ajustado periódicamente en diversos aspectos de la colaboración entre ambos países. Dicho convenio constituye el documento básico que define la relaciones entre los dos países y estipula la neutralidad en política exterior.
En la práctica, ambas partes han procurado actuar de tal manera que quedarán superados naturales prejuicios y resquemores engendrados por la historia cercana, que no siempre se caracterizó por la armonía y por los también naturales condicionantes de la vecindad geográfica entre una gran potencia y un pequeño país con 1.269 kilómetros de fronteras comunes.
El tratado con la URSS
Junho Kusti Paasikivi, economista, diplomático y estadista, presidente de Finlandia entre 1946 y 1956, fue el creador de esa política, que luego proseguiría Urho Kekkonen durante veinticinco años, hasta su retiro forzoso, en 1981, y cuya continuidad ha garantizado el actual presidente, Mauno Koivisto.
El tratado tiene para Finlandia una significación que excede largamente los límites de su política exterior, pese a que sea este su aspecto fundamental. El que el país haya soportado bastante mejor que sus vecinos nórdicos y que muchos otros paises europeos la crisis de estos años tiene como causa directa, aunque no sea la única, su comercio con la URSS, que en el lapso que va de 1972 a 1982 se duplicó, pasando del 12,2% al 24,1%. Los acuerdos en el campo científico y técnico han determinado la creación de importantes proyectos conjuntos y el desarrollo e intensificación de esta colaboración está previsto hasta 1990,
Apertura a Occidente
Esta colaboración amplia y estrecha con el poderoso vecino ha sidó vista con óptica distinta desde el exterior y ha dado lugar a la acuñación del término finlandización, que los finlandeses sienten como una afrenta a su dignidad nacional, para definir una situación de hegemonía de una parte ,sobre otra. Ha inspirado también declaraciones como las que recientemente formulara el jefe de la OTAN, general Bemard Rogers, en el sentido de poner en duda la disposición de Finlandia a defender su territorio en caso de un ataque de fuerzas extranjeras, en este caso, dela URSS.
Paralelamente con, su convenio, de amistad con la URSS, Finlandia ha intensificado desde hace varios años sus: relaciones con los países occidentales, ha integrado e integra diversos organismos internacionales, y por su iniciativa se organizó la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa, que funcionó en Helsinki en los primeros años de la década de los setenta y ahora lo hace en Madrid.
Particularmente estrechas son sus relaciones con los países nórdicos vecinos, con los que integra desde 1955 el Consejo Nórdico, un organismo de trabajo conjunto en diversos campos.
Naturalmente que la diferente posición adoptada de los países escandinavos con Noruega y Dinamarca, comprometidos en su calidad de miembros de la OTAN, ha creado algunas fricciones, particularmente con la primera de estas naciones, con la que Finlandia tiene 716 kilómetros de frontera común.
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