Una ambigua frase del Papa da a entender que Romero fue asesinado por la guerrilla

Juan Pablo II abordó ayer, durante la audiencia general, el tema de su reciente viaje a los países de Centroamérica, y ha levantado una polvareda con una frase que ni los mayores expertos en el complejo lenguaje vaticano han conseguido descifrar con claridad. Da a entender el Papa que en El Salvador ha sido la guerrilla la que asesinó al arzobispo Óscar Romero, considerado por los pobres como el mártir caído bajo las balas de la extrema derecha.Dijo el Papa que las tensiones en Centroamérica tienen su origen "en las viejas estructuras socioeconómicas, en las estructuras injustas que permiten la acumulación de la mayoría de los bienes en manos de unos pocos, junto a la contemporánea pobreza y miseria de una gran mayoría de la sociedad". Un sistema injusto que, según Juan Pablo II, deberá ser cambiado a través de "reformas adecuadas, observando los principios dé la democracia social". Sólo este camino, añade el Papa, puede asegurar "el respeto a la individuafidad de las respectivas sociedades", que debe ser apoyado por la "colaboración internacional".

No obstante, continúa el papa Wojtyla -y aquí está la frase que ha desconcertado-, "los acontecimientos de los últimos años prueban, sin embargo, que se ha intentado buscar soluciones a través de los caminos de la violencia, imponiéndose la guerrilla, que, sólo en El Salvador, ya ha provocado decenas de miles de víctimas, comprendido el arzobispo, óscar Romero".

"La lucha se desarrolla en gran medida con la ayuda de fuerzas extranjeras y de arrnas ofrecidas desde el exterior contra la mayoría de la sociedad, que desea la paz y la dernocracia". Y el Papa añade que así lo ha declarado "uno de los representantes más calificados del episcopado de aquel país".

¿Ha querido de verdad Juan Pablo II endosar a la guerrilla la muerte de Óscar Rorriero? Se sabe que ésta ha sido la tesis de algunos eclesiásticos ultraconservadores de El Salvador, pero ayer, en la capital, hasta los observadores más críticos se negaban a pensar que pueda ser ésta la interpretación a las palabras del Papa, y algunos diarios saldrán hoy, a la calle pidiendo que el Vaticano aclare con autoridad las palabras del Papa para evitar posibles instrumental¡zaciones.

En el mismo discurso, Juan Pablo II ha abordado también el delicado tema de la contestación de la que fue objeto en Nicaragua, durante la misa celebrada en Managua, por obra de los cristianos sandinistas. El Papa afirmó que el problema fundamental que se había planteado con sa viaje era el de asegurar la identidad de la Iglesia" en el plano "doctrinal y pastoral", y que están en contradicción con esta identidad "los múltiples intentos de someter los contenidos del Evangelio a las categorías y a los fines políticos".