El doctor Navarro y el aborto

Desde aquí pido el Premio Nobel de Medicina para el doctor Vicente Navarro, del Centro de la Salud Pública de la Johns Hopkins University (Baltimore, EE UU). Porque su contribución a la ciencia es tan decisiva que va a significar el fin de todas las enfermedades.Según sus declaraciones a la tercera edición del telediario del pasado miércoles día 9, el aborto ha hecho descender, en porcentajes bastante elevados, la mortalidad infantil y la mortalidad de las mujeres embarazadas. Me parece a mí que si no se ha llegado al ciento por ciento es porque aún no hemos avanzado tanto como para practicar el aborto total. Creo que un progreso tan considerable debiera aplicarse al resto de las enfermedades. Que a uno le diagnostican cáncer, pues lo mejor que puede hacer es procurarse una inyección al estilo de la que mandó al otro barrio al negrito Charlie Brooks. Así, "muerto el perro se acabó la rabia". A partir de ahora nadie morirá por tal o cual enfermedad, sino que morirá "antes" mediante una dulce violencia. Y las enfermedades incurables desaparecerán de la faz de la tierra. Maravilloso, ¿no? Y todo esto en un señor que llamaba terroristas y demagógicos a los que defendemos la vida por métodos tan sangrientos y antidemocráticos como esta simple carta.

Otro dato muy científico que aportó el doctor Navarro fue afirmar que el feto es persona cuando es viable fuera del claustro materno, cuando cualquiera sabe que la viabilidad del feto se adelanta con los avances de la medicina. No es ninguna hipótesis de medicina-ficción el hecho de que, más o menos

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pronto, el óvulo fecundado será viable desde el primer momento. Entonces la afirmación del doctor Navarro es puro relativismo, pues superpone la situación imperfecta de la ciencia a un principio ético./ .