Compra y devolución del 'Guernica'

He leído con sorpresa las afirmaciones que hace el señor Quintanilla en su carta a EL PAIS (5 de marzo de 1983) sobre el asunto de la compra y devolucion del Guernica, de Picasso, que, según él, pude localizar en 1980 con mucha suerte y bastante empeño, si no el recibo original desaparecido, pruebas documentales del pago, en escritos del embajador Luis Araquistáin y el ministro de Estado Alvarez de Vayo".Quiero explicar públicamente:

1.º EL recibo no apareció nunca, porque nunca existió. La entrega de dinero se hizo así por don Luis Araquistáin y Max Aub, que así me lo confirmaron personalmente.

2º Esas cartas entre Araquistáin y A. Vayo, si existen, son aprócrifas, y alguien ha burlado la buena fe del señor Quintanilla. Todos los amigos (aún vivos muchos de ellos) de don L. Araquistáin que conocían la disensión y profundo pozo que se abrió entre él y su cuñado A. del Vayo durante la guerra civil, jamás se volvió a solucionar; hay testimonios escritos de ello, como el libro publicado en París por Araquistáin al término de la guerra civil, en que acusa a Vayo de manera durísima de entreguismo a Rusia y haber colaborado en la catástrofe final por esa causa.

Jamás volvieron a verse ni a cruzar una palabra. Pero, a finales de los años cincuenta, tanto Araquistáin como Max Aub propusieron amistosa y libremente hacer un documento ante notario para que el cuadro volviera a España. Víctor de la Serna fue el encargado de la gestión, y el ministro de Asuntos Exteriores Fernando Castiella defendió en Consejo de Ministros con ardor la sugestión, pero fue desechada de plano. Picasso no era entonces de recibo.

Tengo a la disposición del señor Quintanilla fotocopias del archivo personal del señor Araquistáin hechas en 1960, de las que a mi vez fotocopié toda su relación de cartas personales y entregué a la Fundación Pablo Iglesias. /