Cerca de 200 soviéticos, internados en hospitales psiquiátricos desde 1975, según Amnistía Internacional
Cerca de 200 personas han sido recluidas por motivos políticos en sanatorios psiquiátricos de la Unión Soviética desde 1975, según denunció ayer en Londres la organización internacional pro derechos humanos Amnistía Internacional. La propia organización estima que el número de personas sometidas a este trato puede ser más elevado.Amnistía Internacional publicó en 1975 un informe sobre la situación de los presos políticos en la URSS en el que denunciaba, por primera vez, los abusos que se cometían utilizando la psiquiatría como medio. En aquel informe se enumeraban 120 casos concretos de oponentes políticos que habían sido internados en clínicas psiquiátricas desde 1969.
Los nuevos datos publicados ayer indican que al menos otras 193 personas han sufrido desde entonces la misma. suerte, lo que supone que, como mínimo, 313 disidentes del régimen soviético han recibido tratamiento psiquiátrico como "castigo" por sus discrepancias en los últimos, 14 años.
La cifra puede ser bastante más elevada, según reconoce Amnistía Internacional, porque se ignora cuantas persórias fueron internadas antes de 1969 (ni siquiera aquellas que pueden permanitcer todavía recluídas) y porque la organización internacional sólo contabiliza los casos que ha podido confirmar fuera de toda duda.
Los disidentes internados en clínicas psiquiátricas cumplen "condenas" de meses o de años y entre ellos se encuentran algunas personas cuyo único delito ha sido, precisamente, denunciar este tipo de práctica represiva. Según los informes de Amnistía Internacional algunas de las personas recluídas por evidentes motivos políticos están sometidas a "tratamiento" con fuertes drogas.
Entre los casos comprobados por Amnistía Internacional se encuentran los del psiquiatra lituano Algirdas Statkevicius, afiliado a una organización "no oficial" de defensa de los derechos humanos, que fue recluido en 1980, Yuri Ternopolski, internado en un sanatorio en 1981 por haber aceptado una entrevista con. un periodista sueco, y el pastor Vello Salum que sufrió la misma suerte ese año por haber aludido en un sermón a las tradiciones nacionalistas de la Iglesia de Lituania.
Amnistía Internacional denuncia la persecución a que han sido sometidos algunos psiquiatras soviéticos que han intentado protestar por esta práctica represiva. Algunos se han visto obligados a abandonar el país y otros han sufrido ellos mismos el tratamiento que denunciaban.
La organización internacional pro defensa de los derechos humanos afirma que no existen dudas sobre la buena salud mental de los casos denunciados.
Un número determinado de estas personas ha sido examinado por psiquiatras soviéticos y extranjeros, sin que encontraran una causa médica que justificara su internamiento en una clínica. La propia legislación soviética prohibe la reclusión en sanatorios de personas que no supongan un peligro para ellas mismas o para terceros.
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