Los países latinoamencanos han recibido armamento de Tel Aviv por valor de 3.000 millones de fdólares
La intromisión militar de Israel en América Latina, por acuerdo expreso con Estados Unidos, fue condenada por el centenar de miembros del Movimiento de Países No Alineados (NOAL) y es analizada con alarma por los ministerios de Asuntos Exteriores occidentales que postulan una solución política a las graves tensiones centroamericanas. Las ventas de armas y el entrenamiento proporcionado por los asesores de Tel Aviv a los regímenes militares de América Latina se estima actualmente en unos 3.000 millones de dólares. El comunicado final de la reunión extraordinaria del NOAL, celebrada en Managua el pasado mes de enero, centrado en las intenciones agresivos de Washington contra Nicaragua, dedica tres de sus 64 puntos a la injerencia israelí.La intervención israelí, afirma el NOAL, añade elementos de conflicto que amenazan la paz y la seguridad en esta parte del mundo ( ... ), lo que robustece el potencial militar y económico de Israel para ocupar el territorio palestino y otros territorios árabes". El organismo plurinacional denunció "la concertación de acuerdos mílitares de Israel con determinados países de la región y el incremento de la intervención estadounidense-israelí, que conduce a la exacerbación de la tirantez y a un posible estallido".
La "amistad de Tel Aviv con las dictaduras genocidas del continente" fue revelada por la gran Prensa norteamericana. The New York Times afirmaba en 1975 que las Ventas de armas israelíes a El Salvador y Honduras se incrementaron a partir de 1974 y que de un total de 400 millones de dólares, 107 millones provinieron de ventas -a eso! países, Guatemala y Nicaragua. Pero en abril de 1977, The New York Times afirmaba con inquietud que, en 1976, "más de la mitad de, los seiscientos millones de dólares obtenidos por Israel por tráfico de armas provienen de América LaÚna".
El Informe 1976 del SIPRI (Swedish Intemational Peace Research Institute, Estocolmo) advertía que Israel se había colocado en el segundo lugar como proveedor bélico de América Latina, después de Estados Unidos y por delante de Alemania Occidental y Francia. Israel abasteció de artilugios destructivos a Anastasio Somoza hasta diez días antes de su derrocamiento, en julio de 1979, por el Frente Sandinista.
En la reciente sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos, ce lebrada en Madrid, el ex secretario de Prensa del Ministerio del Interior de Guatemala Elías Barahona -testigo de excepción de la ma tanza cometida por las tropas gua temáltecas en la Embajada española el 31 de enero de 1980- calificó a Israel como "asociado" de Estados Unidos, desde 1977, para su estrategia militar en la zona. Empero, la penetración israelí co menzó años antes de la suspensión de ayuda militar a ciertos Gobier nos, decidida por el presidente norteamericano James Carter,y fue pactada con la Administración Nixon-Kissinger, en 1974.
Israel, Pinochet y estrategias conjuntas
Después del golpe de Estado militar en Chile el 11 de septiembre de 1973, Israel vendió al régimen del general Augusto Pinochet misiles aire-aire Shafir, mientras en estrecha camaradería% según Pinochet, instructores israelíes desembarcaron en Santiago y oficiales chilenos poblaban las academias militares israelíes. Un memorándum secreto elevado a Pinochet por su ministro de Exteriores en diciembre de 1974 indicaba que, "dada la creciente importancia de Israel para Chile, es abonse jable una firme posición en la ONU contra la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y los países árabes, a excepción de Arabia Saudí". El informe confl dencial enfatizaba que "los países más amigos de Chile son, definiti vamente, Israel y Suráfrica", en ese orden. El cultivo del Tercado militar latinoamericano por los agentes israelíes -según sus inistrucciones- es precedido pór el "cultivo político, estimulando los conflictos y la radicalización de los infiftares en el poder", según fuentes diplomáticas. O sea, para vender armas hay que perfecioriar la represión.
Las mismas fuentes indican que en 1974 se acordó el "segundo memorándum importante de cooperación estratégica Washington-Tel Aviv respecto a América Latina y la guerra de contrainsurgencia". El primero data de 1962 (Administración Kennedy), que requirió el concurso de "cuerpos de paz" sionistas para divulgar su "cooperativismo agrano, como forma de guerra psicológica en un continente atraído por la revolución cubana".
Un nuevo acuerdo de cooperación estratégica se firmó entre ambas capitales después de un viaje del ministro de Exteriores, Isaac Shamir, a Washington, según reveló la Prensa israelí el 2 de diciembre de 1981. Antes de su rúbrica, el régimen del primer ministro israelí Menajem Beguin "presentó reservadamente a responsables claves de la Administración Reagan -aseveran expIrtos diplomáticos occidentales- un amplio plan militar contrasubversivo para América Latina, con un capítulo que contempla en detalle la eventual participación israelí en el caso, de una invasión de Nicaragua o de Cuba". Para las mismas fuentes, "es un secreto a voces que el servicio secreto israelí (Mossad) contrata y vende a la CIA servicios de intefigencía en la región".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.