El psicoanálisis en Barcelona

El trabajo publicado recientemente sobre el psicoanálisis en EL PAIS escamoteó -supongo que no deliberadamente- ciertas precisiones necesarias. La afirmación -relativa a la Escuela de Psicoanálisis de Barcelona- de que "...la facultad de dar o negar el pase la convierten en el centro mundial del psicoanálisis en lengua castellana..." es, a mi entender, una falsa premisa, megalomaníaca y, por ende, inspirada en la obsoleta fraseología tercermundista de un programa televisivo de triste memoria -postulada paradójicamente por una institución barcelonesa (o al menos, por su portavoz)- que falsea la significación de los valiosos datos históricos aportados en el artículo. Y es que el pase -concepto teórico forjado por Lacan- supone una experiencia personal: dar cuenta de ella es un riesgo compartido por todos los analistas que situan su práctica y su enseñanza en el campo freudiano; no un privilegio a conceder o negar como si de un título se tratara... y menos por parte del histrión de turno, cuyas pretensiones ecuménicas y/o económicas contradicen fiagrantemente el notable esfuerzo intelectual llevado a cabo por Jacques Lacan tanto para liberar la experiencia clínica del corsé psiquiátrico, como para alertar el psicoanálisis ante el totalitarismo que acecha en toda institución: ahí reside, esencialmente, su carácter subversivo. /