El laborista Bob Hawke, próximo primer ministro de Australia
El Partido Laborista, de Robert Hawke, consiguió ayer una clara victoria en las elecciones legislativas anticipadas ante el Partido Liberal, de Malcolm Fraser, que ha regido los destinos de Australia durante los últimos siete años. Fraser anunció su derrota electoral, de la cual se autorresponsabilizó, e indicó su propósito de abandonar la dirección del Partido Liberal.
"Tal como he dicho repetidamente a lo largo de la campaña electoral, mi Gobierno será un Gobierno para todos los australianos. No sólo para quienes nos han votado. Desde ahora mismo me comprometo a llevar adelante la reconciliación nacional". Estas fueron las primeras palabras del virtual primer ministro de Australia, Robert Hawke.A medianoche de ayer, hora local, la victoria laborista en estas elecciones anticipadas era ya indiscutible. La derrota gubernamental era clara. Los laboristas les superaban por un resultado ventajoso de entre un 4% y un 6% de los votos, lo que les concedía una cómoda mayoría de entre 23 y 27 escaños en la Cámara de Representantes. Por el contrario, no aparecía ninguna mayoría en el Senado, donde los laboristas deberán contar con el apoyo del Partido de los Demócratas Australianos.
A la una de la madrugada, reprimiendo sus lágrimas, el hasta ahora primer ministro, Malcom Fraser, admitía su derrota y, tras felicitar a los laboristas y a Bob Hawke por su victoria, anunciaba su renuncia al liderazgo liberal y reivindicaba para sí mismo toda la responsabilidad de la derrota gubernamental.
Probablemente, los nuevos parlamentarios laboristas elegirán a los nuevos miembros del Gobierno pasado mañana, martes, y el nuevo Gobierno podría entrar en funciones el próximo viernes.
De acuerdo con sus promesas electorales, la primera tarea laborista será la convocatoria de una cumbre económica nacional con participación de los Gobiernos de los diferentes Estados australianos (en su mayoría, en poder de los laboristas) y empresarios y trabajadores.
La gran mayoría conseguida por los laboristas podría facilitarles la tarea de conseguir un consenso en esta cumbre, punto básico en su política de reconciliación nacional y de relanzamiento económico. En todo caso, los signos de recuperación económica en Estados Unidos ayudarán a Hawke tanto o más que los votos recibidos de sus conciudadanos.
Por lo que respecta al Partido Liberal, deberá sufrir una profunda reforma. Fraser ha protagonizado la vida política australiana de una forma tan personal a lo largo de los últimos siete años, que su ausencia del foro público se hará notar profundamente.
Popular y ex bebedor de cerveza
Robert James Lee Hawke, a quien los laboristas deben, en gran parte, su triunfo electoral, nació el 9 de diciembre de 1929, en la pequeña ciudad de Bordertwon, en el sur de Australia, y es hijo de un pastor de la iglesia congregacional.Secretario general del Partido Laborista Australiano (PLA), el dirigente sindical Robert Hawke, que comenzó su carrera política hace apenas tres años y lleva sólo un mes al frente del partido, será el próximo primer ministro de Australia.
Con su victoria en las elecciones legislativas anticipadas de ayer, el partido de Hawke vuelve al poder del que estuvo ausente desde 1950, exceptuando los tres turbulentos años del Gobierno de Gough Whitlam, que fue destituido en 1975 por el gobernador general.
A los veintiún años de edad, Hawke ganó una beca Rhodes para la Universidad de Oxford, donde, además de estudiar Derecho y Relaciones Internacionales, adquirió su fama de conquistador y bebedor empedernido, que contribuyó considerablemente a su gran popularidad.
El dirigente laborista, casado y padre de tres hijos, es, sin duda, el único jefe de Gobierno que puede enumerar entre sus méritos el haber entrado en el famoso Libro Guinness de los récords, por haber bebido casi litro y medio de cerveza en sólo doce segundos. Posteriorménte, rompería de modo drástico con esta costumbre.
A su regreso de Australia, Bob Hawke comenzó a trabajar en 1957 como experto en la Federación de Sindicatos Australianos (ACTU), a cuya presidencia accedió trece años después. En sus diez años al frente de la ACTU, Bob Hawke puede vanagloriarse de haber contribuido decisivamente a la solución de todas las grandes disputas laborales surgidas en el país.
Después de un frustrado intento de entrar en el Parlamento, en la década de los sesenta, Hawke comenzó su carrera política en 1980, año en que fue elegido diputado por un distrito de Melbourne.
Desde entonces, aparte de romper drásticamente con su costumbre de beber cerveza, Hawke ha dedicado todos sus esfuerzos a la consolidación del Partido Laborista, gravemente debilitado por sus divisiones internas.
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