Ayer llegaron a Madrid los 47 trabajadores de Ignacio Soria
Los 47 trabajadores de la empresa Ignacio Soria, acompañados de once de sus mujeres que se habían unido a la marcha en San Sebastián de los Reyes, fueron recibidos ayer por unos 1.500 trabajadores del metal en la plaza de Castilla, de Madrid. Los trabajadores de Ignacio Soria culminaron así una marcha de más de seiscientos kilómetros en protesta contra el expediente de rescisión de contratos que afecta a toda la plantilla.
Los trabajadores de Ignacio Soria habían iniciado hace dieciocho días una marcha desde Pamplona a Madrid para mostrar su oposición al expediente de 575 contratos, la totalidad de la plantilla de la empresa de montajes eléctricos. Sólo uno de los trabajadores que habían iniciado a marcha hubo de abandonar la misma al sufrir una lesión de menisco. A lo largo del recorrido han recibido, según sus propias palabras, muestras de apoyo y solidaridad por parte de los vecinos de las distintas localidades por las que han atravesado.Fuentes de los propios trabajadores negaron que su actitud respondiera al deseo de acosar al nuevo Gobierno socialista, insistiendo en que trataban de defender el puesto de trabajo.
Ayer tuvieron una jornada de descanso en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, donde se unieron a la marcha once mujeres de Pamplona, esposas de los manifestantes. Desde el mes de noviembre, las familias de Ignacio Soria no reciben ningún salario de la empresa, ni tampoco, según aseguraron, ayuda alguna por parte de la Administración.
A las cinco de la tarde de ayer partieron desde esta última localidad, acompañados de miembros del comité de empresa del diario ABC, de Standard -empresas afectadas por expedientes de regulación de empleo- y por representantes de la Federación del Metal de CC OO, que habían acudido a recibirles. En las cercanías de la madrileña plaza de Castilla tuvo lugar un acto en el que intervinieron un trabajador de Ignacio Soria de Madrid y otro del centro de Pamplona.
La intervención de ambos representantes fue interrumpida varias veces con gritos de: "Trabajo, sí; paro, no" y "Felipe, Guerra; Soria no se cierra". Un muñeco con la inscripción de "patrón" fue quemado al comienzo del acto. El representante del centro de Madrid, tras agradecer el apoyo mostrado por los trabajadores del metal, explicó la situación de la empresa que, según sus palabras, tiene una deuda de 431 millones de pesetas. Entre sus acreedores más importantes se encuentran varios bancos, Hacienda y la Diputación Foral de Navarra. Manifestó que Ignacio Soria estuvo en negociaciones con Rumasa y atacó al sindicato UGT, al que acusó de estar aconsejando a los trabajadores que acepten la rescisión de los 525 contratos. Lamentó que ni el ministro de Trabajo ni el de Industria hubieran accedido a recibirles. El representante del centro de Navarra pidió que el Gobierno no admitiera el expediente presentado por la empresa.
Entre los dirigentes sindicales que estuvieron presentes en el acto, se encontraba Julián Ariza miembro del Secretariado de CC OO y Salce Elvira, también de este sindicato. Después del acto, los trabajadores se dirigieron al Ministerio de Trabajo para solicitar que el titular del departamento les recibiera y escuchara sus reivindicaciones.
Por otra parte, artificieros de la Policía Nacional procedieron en la madrugada de ayer a desactivar un artefacto explosivo que había sido colocado en la puerta de entrada a unos almacenes de Ignacio Soria, SA, en el barrio pamplonés de San Jorge, informa Efe.
En Pamplona, varios cientos de personas se manifestaron al mediodía de ayer y unas 2.000 a las ocho de la tarde en solidaridad con los trabajadores de Ignacio Soria, que se encuentran en huelga desde hace más de setenta días, informa Carmelo C. Ridruejo. Precisamente y en apoyo de estos trabajadores se registraron ayer paros parciales en más de veinte grandes empresas de Pamplona y su comarca y en algunos centros docentes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.