Reagan ordena que se revise la política hacia Centroamérica sobre la base de que la situación en El Salvador es crítica
Estados Unidos ha iniciado, por orden del presidente Ronald Reagan, una amplia revisión de su política en América Central, de la que forma parte sustancial el aumento del número y las competencias de los consejeros militares norteamericanos en El Salvador. La decisión norteamericana tiene por base el convencimiento, formulado en los últimos días por los más altos responsables de la Administración, de que el Gobierno ole El Salvador es incapaz de detener el avance guerrillero.
Reagan se reúne el viernes en San Francisco con sus principales asesores -entre ellos, el secretario de Estado, George Shultz, y el de Defensa, Caspar Weinberger- para perfilar las nueivas medidas, que "irán mucho más lejos" que las actuales.El anuncio de esta revisión de la estrategia global estadounidense en Centroamérica, cuya divulgación se ha calculado cuidadosamente para hacerla coincidir con el viaje de Juan Pablo II a la zona, se produjo horas después de que el secretario de Estado reconociera ante altos funcionarios del Congreso que la situación militar en El Salvador se deteriora por momentos. Ronald Reagan atribuye esta situación al "suministro de armas que reciben los guerrilleros".
La guerrilla salvadoreña anunció el lunes una tregua de sus actividades militares durante "todo el tiempo" que dura la presencia del Papa en el país. Con anterioridad, el frente de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca había decretado una medida similar en el país vecino.
Noventa y seis miembros del Congreso estadounidense dirigieron el sábado una carta al presidente salvadoreño y al dirigente revolucionario Guillermo Ungo, pidiéndoles que declarasen una tregua a partir de la llegada del Papa y la prolongaran hasta conseguir una solución pacífica.
Uno de los congresistas, el demócrata Peter Kotz, afirmó que la lucha en El Salvador "no podrá ganarse militarmente". El secretario de Defensa, Caspar Weinberger, dijo que "podría perderse militarmente". Este primer reconocimiento público de un alto responsable norteamericano refleja la urgencia con que Washington contempla la situación salvadoreña.
Los aspectos de la política estadounidense que van a ser revisados se refieren tanto a los puramente políticos como a los de seguridad y económicos. Un responsable de la Casa Blanca dijo el lunes que la decisión de Reagan había sido tomada ya hace un mes, y había sido adoptada fundamentalmente a causa di lo que denominó "la amenaza soviética".
El presidente estadouniden.se está desde ayer en California, adonde acudió para recibir a la reina de Inglaterra. Antes de abandonar Washington, Reagan se entrevistó con un grupo de congresistas de ambos partidos a fin de consultarles sobre el conjunto de la situación en América Central.
Más ayuda
El rápido resquebrajamiento del poder gubernamental-militar en El Salvador ha llevado a Reagan a pedir un incremento de sesenta millones de dólares en la asistencia militar al régimen del presidente Magaña.
Este aumento de más de 7.500 millones de pesetas se haría con cargo al presupuesto de este mismo año. El Congreso norteamericano, reticente a permitir que sus soldados se impliquen más en la zona, no ha aprobado hasta ahora más que veintiséis millones de dólares.
Reagan considera los sesenta millones imprescindibles para mantener el poder combativo del Ejército salvadoreño, falto de rifles, municiones y repuestos de helicópteros, en opinión de la Casa Blanca. El secretario de Estado Shultz ha señalado que la hora es crítica y que la caída de El Salvador en la órbita soviética pondría en grave peligro los intereses estratégicos y econórnícos de Estados Unidos.
En la actualidad, Washington mantiene oficialmente 37 consejeros militares en El Salvador -puede llegar a 55-, cuyo papel está limitado por ley al entrenamiento del Ejército de este país. Un portavoz oficioso de la presidencía norteamericana intentó ayer quitar hierro al anuncio de su posible aumento, precisando que "está en estudio la eficacia del papel de nuestros consejeros militares en El Salvador. No quiero sugerir que adoptarán un papel más activo en las zonas de combate... Dudo verdaderamente que lleguen a combatir".
Elpresidente Reagan, el secretario de Estado, la embajadora ante las Naciones Unidas, Jeanne Kirkpatrick, y otros funcionarios claves se han reunido en los últimos días para evaluar el incremento y el éxito de las actividades guerrilleras en El Salvador. Puentes, tendidos eléctricos y pueblos han sido destruidos o han caído en manos del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN).
La Casa Blanca pretende justificar su proyectado aumento de ase sores militares afirmando que cer ca de un centenar de consejeros militares soviéticos se encuentran en Nicaragua, junto con 2.000 ase sores cubanos. Fidel Castro declaró recientemente en privado a un ministro de un Gobierno extranjero que está convencido de que la victoria guerrillera es inevitable.
Estados Unidos está dispuesto a elaborar y poner en práctica garantías internacionales de seguri.dad para los movimientos guerrilleros salvadoreños, si éstos "aceptan deponer las armas, declarar un alto el fuego y participar en elecciones democráticas", ha afirmado la representante norteamericana en la ONU, Jeanne Kirkpatrick.
La embajadora, recientemente encargada por Ronald Reagan de una misión de información en Centroamérica y Venezuela, precisó, en declaraciones a la agencia oficial de su país (USIA), que Washington ofrecería estas garantías de acuerdo con el Gobierno salvadoreño y los de otros países.
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