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Crece el enfrentamiento de los Estados de Assam y Punjab con el Gobierno de Nueva Delhi

Las tensiones que afectan a los Estados indios de Assam y Punjab, que mantienen vivas reivindicaciones contra el Gobierno central, volvieron ayer a alcanzar cotas de gravedad. Gauhati, capital de Assam, el Estado del noreste donde, en el mes de febrero, han muerto al menos 2.500 personas, vivió una huelga general contra el Gobierno que entró en funciones el domingo. En el Estado de Punjab, los autonomistas sij han endurecido su campaña inmediatamente después de que Indira Gandhi accediera a satisfacer la mayoría de sus reivindicaciones.

Cientos de policías y tropas rodeaban el domingo la residencia del gobernador en Gauhati, mientras Hiteswar Saikia juraba su cargo como jefe del Gobierno del Estado. Saikia es miembro del Partido del Congreso (I), que dirige Indira Gandhi, grupo que ha obtenido noventa de los 126 escaños de la Asamblea legislativa del Estado.La capital aparecía ayer paralizada a las veinticuatro horas de la toma de posesión de Saikia. Los dirigentes del movimiento antiinmigrantes han anunciado su intención de impedir al nuevo Gobierno, ilegal según ellos, ejercer sus funciones. La huelga, según informaciones obtenidas por teléfono, era muy seguida en otras regiones del Estado, salvo en las circunscripciones de Golpara y Chachar, de población mayoritariamente inmigrada.

Saikia ha dicho que su primera tarea como jefe de Gobierno será restaurar la paz y prestar protección a las víctimas de la violencia, informa The New York Times. El nuevo jefe de Gobierno, de 45 años de edad, fue ministro de Educación del Estado con anterioridad y encabezará un Gabinete de trece miembros, que incluye a tres musulmanes y a dos miembros de los grupos tribales assameños.

La violencia continúa presente en varias áreas del Estado, donde aún se mantienen los enfrentamientos entre assameños hindúes y bengalíes musulmanes, mientras siguen apareciendo nuevos cadáveres de las anteriores refriegas.

Reivindicaciones sij

Los sij, por su parte, no están satisfechos con las concesiones que el domingo les hizo Indira Gandhi. La primera ministra ha accedido a que la radio nacional difunda cantos religiosos de esta confesión, que no se venda tabaco en su Estado originario, Punjab (la religión de los sij les prohíbe fumar), y les ha autorizado a llevar a bordo de los aviones en vuelo interior indio el kirpan, su puñal tradicional, siempre que no supere los quince centímetros, informa la agencia France Presse.Los autonomistas han rechazado este último punto y exigen viajar con el kirpan -que en 1981 les sirvió en dos ocasiones para secuestrar sendos aviones- sea cual sea su tamaño.

El fondo del contencioso entre el Gobierno central y el de Punjab es que los dieciséis millones de sij que habitan este estratégico Estado del noroeste indio, fronterizo con Pakistán y granero de trigo de la India, exigen una mayor autonomía.

El presidente del Akali Dal, partido de los sij, Sant Harchand Singh Longowal, ha rechazado también las concesiones religiosas. "Se trata de un fraude que no satisface a los sij" ha manifestado en Amritsar, ciudad donde se encuentra el Templo de Oro, que es a los sij lo que el Vaticano a los católicos. Longowal ha hecho un llamamiento a "la resistencia, hasta que nuestras reivindicaciones políticas sean satisfechas".

La resistencia de los sij provocó más de 125 muertos el año pasado, tanto en enfrentamientos de militantes del Akali Dal con la policía como entre sij e hindúes, que son unos siete millones en Punjab.

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