EE UU desea seguir negociando por separado de los euromisiles y la reducción de armas estratégicas
Estados Unidos no quiere ligar, por el momento, las negociaciones en Ginebra sobre las fuerzas nucleares de alcance intermedio (INF) con las conversaciones para la reducción de armamento estratégico (START). Así lo declaró James Goodby, vicepresidente de la delegación norteamericana en las START, en el curso de un coloquio organizado en París por el Instituto Atlántico.
Las reticencias no son sólo norteamericanas, sino también de la República Federal de Alemania. En Bonn hay prisas por llegar rápidamente a un acuerdo con los soviéticos sobre las INF. En principio, el comienzo del despliegue de los 572 misiles Pershing 2 y Cruise norteamericanos está previsto para el próximo mes de diciembre.Este es un plazo según los europeos, aunque Goodby rechace esta interpretación. "Esta fecha no puede imponer una postura final", señaló, dudando de que el despliegue de al menos un misil Cruise en diciembre causara un trauma.
Problemas institucionales
Para los expertos, no hay duda de que si no progresaran las negociaciones INF no progresarían las START. Estados Unidos está observando cómo la URSS establece una relación entre ambos marcos de negociación, si bien Washington no las liga por el momento, "aunque en el futuro podría ser deseable". Diversos expertos han indicado que hay problemas institucionales y burocráticos para ligar, desde el punto de vista de Estados Unidos y de la OTAN, ambas negociaciones, que cuentan con clientelas internas diferentes. Goodby prefiere avanzar, pues, en paralelo.La tecnología ha dejado ya obsoleta la diferenciación entre ambas negociaciones, en opinión de Johan Holst, director del Instituto Noruego de Asuntos Internacionales, que, en calidad de secretario de Estado de Defensa y Asuntos Exteriores, participó en 1979 en la decisión de la OTAN.
Los SS-20 soviéticos pueden alcanzar Alaska desde la parte oriental de la URSS, y otros sistemas intercontinentales soviéticos y norteamericanos pueden fácilmente ser utilizados en el teatro europeo. "El separar ambas. negociaciones es incompatible con la cohesión estratégica de la Alianza Atlántica".
Holst ha propuesto combinar las INF con las START, negociando un techo total de sistemas nucleares que permitiera a la URSS y a EE UU mezclar bajo él diversos sistemas de fuerzas. En las negociaciones INF de Ginebra se debería llegar, pues, según Holst, a un acuerdo interino que comprometiera a aceptar no desplegar los Pershing 2, que tanto preocupan a los soviéticos, pues sólo los pueden detectar nueve minutos antes de que les alcancen, a cambio de que Moscú redujera sus SS-20 en un número similar, es decir, 108 misiles.
Acuerdo interino
Luego se negociaría el número de misiles Cruise que desplegaría Occidente. Este acuerdo interino permitiría, según Holst, eliminar la presión impuesta por el plazo de diciembre de este año, al tiempo que se preservarían las posturas políticas de ambas partes. Pero para los norteamericanos, esta propuesta no resolvería el problema del monopolio soviético en este tipo de armas.En el plan de Holst es fundamental evitar toda connotación de un equilibrio euroestratégico separado del equilibrio general y construir un acuerdo sobre la base de un balance entre las fuerzas soviéticas en Europa, por una parte, y los misiles británicos y franceses, por otra.
Los países de la Alianza Atlántica que no poseen armas nucleares se sentirían en inferioridad de condiciones y manipulados. A todos estos planes se opone tenazmente el Consejo Interiglesias para la Paz, uno de los grupos de presión más fuertes estos días en Holanda.
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