Los capitales mínimos exigidos a las financieras serán triplicados por un decreto
Los capitales mínimos exigidos a las financieras serán triplicados por un decreto que publicará el Ministerio de Economía y Hacienda. La disposición liberalizará la penetración extranjera en el sector, con el que compite cada vez más la banca, propietaria a la vez de numerosas empresas de financiación. Aunque los tres centenares de entidades ya inscritas no se verán afectadas directamente, representantes de las mismas consideran que la Administración tratará por medios indirectos de que cumplan las nuevas exigencias.
Según el proyecto definitivo de decreto, las financieras de ámbito nacional deberán tener trescientos millones de pesetas, frente a los cien millones actuales. Las regionales y las de Madrid y Barcelona, que ahora están en cincuenta millones, se situarán en 150, salvo las de ambas capitales, que podrán ser de 125. Por último, las provinciales pasarán de quince a cincuenta millones, soportando la mayor subida relativa.Medios del sector han tenido ya acceso a lo que consideran el proyecto que aprobará el Gobierno, con el fin de modificar la regulación de marzo de 1977. Entonces los nuevos capitales fueron implantados dando un plazo de adaptación de tres años a las financieras provinciales y un año a las nacionales.
Además de liberalizar la entrada de capitales exteriores, al declarar aplicables al sector las normas generales de inversión extranjera, el nuevo decreto no afectará directamente a las financieras ya inscritas, según las citadas fuentes empresariales. Sin embargo, entre los directivos de la Asociación Nacional de Entidades de Financiación (Asnef) se cree que las autoridades, "por medios indirectos", tratarán en el futuro de que todas las financieras alcancen los nuevos capitales mínimos, como, por ejemplo, con normas más estrictas de solvencia.
"Desde ahora", aclaró uno de los representantes de las financieras que han tenido contactos sobre este tema con el Ministerio de Economía y Comercio, "se prevén limitaciones diversas a las entidades con poco capital". Hicieron constar, sin embargo, que el proceso de fusiones de los últimos años ha reducido el número de financieras y, paralelamente, ha elevado los capitales medios reales, debido a que algunas superan con creces las exigencias. En 1977 había 408 financieras asociadas, con 27.000 millones de pesetas de capital y reservas; en 1979 quedaban 316, con 27.000 millones de pesetas, y en 1980 han pasado a ser 270, con recursos propios de 28.000 millones de pesetas. El capital medio se estima que es de 441 en las nacionales y 105 en las regionales, lo que no excluye que haya muchas por debajo de las nuevas normas.
Aunque los representantes de Asnef no lo han reconocido, fuentes informadas del Ministerio de Economía han indicado que los primeros han tratado durante los últimos meses de limitar las nuevas exigencias. Con motivo del decreto de 1977 ocurrió lo mismo, pese a que algunos medios del sector consideran que se quedó corto. Ahora las conversaciones han durado meses y han arrojado como resultado la no implantación de plazos para adaptarse a la nueva regulación, como ha ocurrido recientemente con las entidades de seguros.
Competencia bancaria
Fuentes de Asnef han admitido que han tenido buena relación con los tres directores generales de Política Financiera que han ejercido en el último año: Victorio Valle, Pedro Carrión y, desde hace varios meses, Raimungo Ortega. Este último promovió, desde su anterior cargo de director de operaciones del Banco de España, el acceso de las financieras al mercado interbancario.Junto a fórmulas como la emisión de obligaciones, este mecanismo de toma de dinero era considerado muy útil por las entidades financieras, especialmente por las no dependientes de bancos. Debido a su limitación en la posibilidad de captar recursos del público, todas dependen en gran medida de la banca, que les presta a tipos próximos al 20%. Como las financieras deben obtener márgenes propios (para cubrir impagados, costes de transformación y remuneración de su capital), se ven situadas entre el riesgo de desanimar el consumo que recurre a ellas y el de prestar a tipos tan altos que alienten los preocupantes niveles de morosidad por parte de la clientela. Así, y pese a las normas dictadas desde 1977, alguna supera el 30% anual, aunque en las creadas por los fabricantes de coches el beneficio ha estado supeditado a la necesidad de vender más automóviles para que no crecieran las existencias en almacén.
Situación de dependencia
No obstante, la dependencia de los bancos se ha mantenido o incluso acentuado en los últimos años. Varios grupos bancarios de primera fila, al tiempo que han financiado directamente el consumo cuando han tenido exceso de recursos por colocar, han promovido diversas marcas en el sector de financieras para tener garantizada la colocación a precios más rentables de cantidades crecientes de dinero. Por ello, cada uno de los grandes bancos tiene, por lo general, varias financieras.Entre las entidades más citadas como dependientes de bancos en medios del sector de financieras figuran Finacol y Finamen, por Banesto; Sofivac, por el Central; Finamersa, Unifibank (en este caso, con el Urquijo) y Uninter son algunas de las muchas del Hispano Americano; Sovac-Bancaya y Cofincaya, por el Vizcaya; Sofiversa y Finanbao, por el Bilbao; Bansofina, por el Santander, y Firenta, por el Popular.
Pero la banca ha sido también competidora directa de las financieras en los últimos años. La necesidad de dar mayor rotación y seguridad a sus inversiones, unida a la de colocar recursos excedentes, ha empujado a los bancos a dejar de lado la financiación de inversiones o el comercio en favor del consumo, para lo cual han lanzado gran diversidad de productos. Para algunos observadores económicos, ésta es la explicación de que el conjunto de las financieras se apunte anualmente cortos aumentos en su volumen de negocio. Según los últimos datos de Asnef, éste pasó de los 180.000 millones de pesetas en 1981 a los 200.000 en 1982.
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