Hoy no habrá documento agrícola en la mesa de negociación para el ingreso de España en la CEE
Llegando a invocar la tradicional "amistad franco-alemana", indicaron fuentes solventes, el ministro francés para las Relaciones con la CEE, André Chandernagor, suplicó ayer, en una reunión bilateral -al margen del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad- con el jefe de la diplomacia alemana occidental, Hans Dietrich Genscher, que la CEE no presente hoy un documento agrícola -aunque estuviese aguado- a la sesión de negociación hispano-comunitaria que tendrá lugar en Bruselas a nivel ministerial.
Haciendo gala de piedad, la presidencia alemana de turno de la CEE no quiso presionar más. No habrá documento agrícola, pero Francia aparentemente flexibilizó su postura en cuestiones de unión aduanera.Francia no quería presentar el documento por una parte porque relanzaría el tema de la agricultura española unos días antes de las elecciones muncipales francesas del 6 de marzo. Por otra parte, el documento carecía de contenido significativo. No abordaba los verdaderos problemas sectoriales de la integración española, limitándose a diversas consideraciones generales de carácter horizontal.
El documento recogía, según fuentes dignas de crédito, algunas normas generales de la integración española. Un período de dos meses, tras la adhesión, para publicar en España los reglamentos pertinentes antes de aplicar la política agrícola comunitaria. Una fijación del tipo de cambio de la peseta con el ECU (unidad de cuenta europea) a su valor real, con lo que España ingresaría con su peseta verde igual a su peseta real, como ocurrió en el caso de Grecia, revisado tras las primeras revaluaciones y devaluaciones. La CEE pedía además que se pusiera fin a las ayudas estatales a la agricultura española y solicitaba una comparación real entre los precios agrícolas en la Comunidad y en España, que ésta no ha podido aún proporcionar. En resumen, una declaración aguada, en la que ni siquiera se mencionaban los períodos o las etapas de transición española tras la adhesión.
La cita verdadera podría llegar a finales de abril, cuando, como está previsto, la Comisión Europea haya ultimado el documento agrícola para la negociación con España. Aún habrá que esperar que Francia le dé una luz verde significativa y global. Será la verdadera hora de verdad para el ingreso en un período razonable de España en la CEE.
Se espera que el plato fuerte de la sesión de negociación de hoy sea la declaración de intenciones de Genscher en la que podría esbozar un calendario relativamente preciso, sin por ello fijar una fecha para la adhesión de España al Tratado de Roma. Por parte comunitaria se presentarán en principio posiciones sobre la unión aduanera referentes a textiles y a restricciones cuantitativas sobre productos industriales. La delegación española, presidida por el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, presentará declaraciones sobre monopolio de petróleos, relaciones exteriores (restricciones cuantitativas por países del Este) y textiles, capítulo en el que se podría avanzar. España finalmente no presentará un documento sobre Euratom. La postura española ha sido siempre la de no atarse las manos para no obligarse a firmar el tratado de no proliferación de armas nucleares.
Morán decidió acudir a la cita de hoy en Bruselas para no dar la impresión de un parón en la negociación. Las próximas sesiones serán cruciales. Los días 8 y 9 de marzo un consejo especial de ministros de Agricultura de la CEE se dedicará a abordar el tema de la reforma del acervo mediterráneo. No hay grandes esperanzas. El 21 de marzo, cumbre europea. En abril, la ya mencionada declaración sobre agricultura de la comisión si no le entra agua en camino. Pero antes habrá que buscar toda una gama de soluciones para ver quién financia todo esto.
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