Los casos de aborto han disminuido en Francia desde su despenalización en 1975
El aborto fue legalizado en Francia al inicio del año 1975, durante la presidencia liberal de Valéry Giscard d'Estaing. El Gobierno socialista actual mantiene la llamada ley Veil (la ministra de la Salud en aquella época era Simone Veil), pero acaba de introducir el reembolso de los gastos del aborto por la Seguridad Social. El número de interrupciones de embarazo ha disminuido. En 1981 abortaron 180.200 francesas.
Según el contenido de la ley que autoriza la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) Francia, las mujeres pueden abortar, pero la operación debe ser practicada antes de la décima semana del embarazo. Si la mujer es menor de edad y soltera, es necesario el consentimiento de alguien con autoridad legal sobre esas personas. En la medida de lo posible, cuando se trata de una matrimonio, debe tomar la decisión la pareja, pero no es indispensable el acuerdo del marido.Por otra parte, la. misma ley que legaliza el aborto estipula que cuando se trata de una mujer extranjera, esta última debe justificar que reside en Francia desde hace tres meses como mínimo. La interrupción voluntaria del embarazo es posible en cualquier época del embarazo si este último pone en peligro la vida de la mujer o si el feto ofrece peligros de deformación graves.
La IVE puede realizarse en los hospitales públicos equipados para ello o en establecimientos privados que reunan las suficientes garantías por sus equipamientos. Cualquier médico puede negarse a efectuar la operación del aborto si arguye la cláusula de conciencia, pero en este caso el hospital puede recurrir a médicos externos al mismo.
La elaboración de esta ley por el Gobierno, en 1975, y su aprobación en la Asamblea Nacional dio lugar a una violenta batalla entre los partidarios y adversarios del aborto. Por aquella época se calculó que abortaban clandestinamente entre 300.000 y 400.000 mujeres por año, muchas de ellas en otros países y a precios prohibitivos para las económicamente débiles. Una mayoría de los franceses, según todos los sondeos de opinión publica realizados, era favorable a la interrupción del embarazo.
La Iglesia y el movimiento Dejazlos Vivir lucharon contra la interrupción voluntaria del embarazo, apoyados por los partidos políticos conservadores y liberales. Más que el giscardiano, el neogaullista y el RPR se manifestaron hostiles a la ley. Con objeto de calmar los ánimos de los enemigos de -la IVE, la ley Veil se aprobó a título experimental durante cinco años.
La oposición al aborto
La oposición a la legalización del aborto ha afectado, durante los últimos años, a la práctica del mismo. Muchos jefes de hospitalespúblicos han recurrido fácilmente a la cláusula de conciencia y han usado de su influencia para obstaculizar la práctica de la IVE. Con el mismo objeto, muchos hospitales públicos no se han dotado de las estructuras necesarias para la práctica de esta operación.La llegada de los socialistas al poder, en mayo de 1981, representó un paso cualitativo en el sentido de la aplicación de la ley Veil. El elemento más sobresaliente, por ahora, lo constituye el reembolso del coste de la IVE por la Seguridad Social, contenido en una ley aprobada el pasado diciembre y que entrará en vigor él próximo día 15 del mes en curso.
Por otra parte, los socialistas han multiplicado el sistema de información para evitar al máximo "el fracaso de la anticoncepción que es el aborto", según ha declarado un colaborador de la ministra de los Derechos de la Mujer, Yvette Roudy. Este Ministerio estima que en Francia, como en otros países, se ha comprobado que "la información exhaustiva y el aborto gratuito favorecen sensiblemente la disminución de la del embarazo".
La Iglesia también se ha opuesto al aborto pagado con los fondos públicos de la Seguridad Social. Las estadísticas sobre este punto, realizadas por medios eclesiásticos, dicen que el 58% de los franceses es favorable a la gratuidad de la IVE y el 31% se opone. Las mismas fuentes indican que en materia de sexualidad sólo el 6% de los católicos franceses (el 80% de la población) sigue las directrices de la Iglesia y que únicamente el 9% de los ciudadanos es practicante.
El último estudio que se conoce sobre este tema es de 1981, en que se declararon en Francia 180.200 abortos. Ahora bien, en los países de Europa occidental se calcula que la demanda de la IVE asciende al 2% de la población femenina en estado procreativo; de esto se deduce que a Francia le corresponden unos 250.000 abortos. Por ello, el ministerio responsable de este país entiende que alrededor de 70.000 francesas no declaran su IVE y que en su mayoría la efectúan en el Reino Unido y Holanda.
A la vista de los resultados conseguidos con su política de activación de aplicación de la ley Veil, el Gobierno socialista, en 1985, decidirá o no modificarla.
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