El comité central de ETA pm VIII Asamblea expulsa a doce dirigentes dispuestos a integrarse en la rama militar

ETA Político-militar confirmó ayer, en el curso de una conferencia de Prensa celebrada en un lugar del País Vasco francés, la expulsión de una docena de dirigentes que están dispuestos a integrarse en ETA Militar. La ausencia de debates internos, al parecer obstaculizados por los militantes que defienden la integración en la rama militar de ETA, ha provocado que la constatación de las discrepancias internas, en lugar de plasmarse en el curso de una conferencia, haya culminado con una expulsión decidida por el comité central de la mencionada organización terrorista.

En el curso de una conferencia de Prensa, tres dirigentes de ETA Político-militar, encapuchados, anunciaron que su comité central había decidido expulsar a una docena de militantes, la mayoría pertenecientes al equipo dirigente, por mostrar su disposición a integrarse en la organización ETA Militar.Reconocían los dirigente de ETApm que en los últimos meses no se había podido desarrollar el debate porque los militantes que han optado por abandonar la mencionada organización "rehuían cualquier tipo de discusión". Sin embargo, aceptaban que la victoria socialista, tras la celebración de las últimas elecciones generales, ha marcado una pauta distinta en el seno de la organización politico-militar.

Un año difícil

Tras la VIII Asamblea (ahora se cumple justamente un año de su celebración), ETApm marcó unas distancias con Euskadiko Ezkerra, que culminaron en la ruptura con el mencionado partido, al que acusan de abandonar posiciones "nacionalistas de izquierda para abrazar posturas socialdemócratas". Las directrices emanadas de aquella reunión, que perfilaban el proyecto de convergencia de sectores de la izquierda nacionalista procedentes de tendencias críticas de Herri Batasuna, Euskadiko Ezkerra e independientes, se han visto muy poco enriquecidas en el curso del último año.ETApm, según explicaron sus dirigentes en la conferencia de Prensa, "ha tenido que superar el abandono de los ex militantes de ETA autodenominados en un principio de la VII Asamblea, el acoso político de la socialdemocracia de Euskadiko Ezkerra y el acoso policial del nuevo Gobierno".

En este contexto, y cuando la dirección de ETApm quería provocar un debate en profundidad -que, al parecer, hubiera podido desembocar en la IX Asamblea- para discutir una reorientación estratégica de ETApm, se produce el primer distanciamiento de algunos dirigentes de la organización, que, tomando como base el desánimo político y la incapacidad organizativa, han defendido en sus corrillos, ya que no se han producido debates orgánicos, la integración en ETA Militar como única alternativa.

Los dirigentes de ETApm, según explicaron ayer, eran conscientes de que la VIII Asamblea, celebrada el pasado año, fijó unas bases teóricas e ideológicas que, a estas alturas, todavía no se han desarrollado. El concepto de una estrategia de convergencia de la izquierda nacionalista, el papel de los poli-milis en esta confluencia y la conveniencia de capitalizar a determinados sectores críticos de HB y EE eran las líneas maestras a desarrollar en una futura conferencia, que no ha llegado a tomar cuerpo ante la negativa del sector minoritario de los poli-milis, que han optado ya por la integración en ETA Militar.

El apoyo tácito a HB y la defensa a ultranza de la alternativa KAS, que no ocultaban los poli-milis recientemente expulsados, iba encubierto al parecer por un desánimo político ante la falta de cobertura de un partido y la escasa capacidad organizativa.

Los dirigentes de ETApm no ocultaban que, por su parte, mantenían expectativas ante el proceso de discusión interna que se está desarrollando en HB, que consideran, como pasó con el proceso de ruptura de Nueva Izquierda con EE, "muy interesante". Pero no por ello defienden la integración en la mencionada coalición, ya que esta actitud, en su opinión, marca cortapisas en relación a otras opciones que no forzosamente se hallan encarnadas en HB. Así, después de recibir una carta de los presos poli-milis que pedían "la expulsión" de los defensores de la integración en ETA Militar, señalaban: "Nosotros no buscamos un espacio de expresión. Pensamos que es interesante apoyar todo proyecto de convergencia de la izquierda abertzale. Y no toda la izquierda nacionalista está en HB o en los milis".

Avances desde la VIII Asamblea

Desde que se produjo la VIII Asamblea se ha avanzado mucho, en opinión de los poli-milis, a pesar de que este progreso no se haya plasmado en su organización interna. "Los debates que se están produciendo en HB y EE nos conducen a pensar que existen las condiciones para iniciar el proceso de convergencia de la izquierda nacionalista. Pensamos que HB, lejos de significar una organización, refleja tan sólo un sentimiento de izquierda nacionalista. Es importante, para nosotros, que se agudicen contradicciones en su seno, como en el interior de EE".Centraban los poli-milis sus críticas en EE, de quien señalan que "es el enemigo de izquierda fundamental en Euskadi, con la política socialdemócrata que está desarrollando". En este sentido, daban prioridad a sus diferencias con EE respecto a la línea "militarista" de HB.

Apoyaban los poli-milis el proceso de negociación en la mesa para la paz, aunque en estos momentos no se encuentren identificados con ninguna fuerza política que pueda representarles. Para ETApm, el elemento a criticar en este contexto es "el centralismo, que hace imposible la negociación". Sin embargo, el concepto del diálogo de los poli-milis consiste en un proceso de debate de "todos los problemas de Euskadi". La organización no oculta su crítica en relación al "estrecho margen del Estatuto".

Tras señalar que es necesario "ampliar el marco de autonomía que prevé el Estatuto de Guernica", los poli-milis vuelven a criticar a EE por su "afectación acrítica" al mencionado texto autonómico. La dirección de ETApm, una vez consumada la expulsión del sector pro mili de la organización, anuncia que el debate sobre la estrategia a desarrollar frente al Gobierno socialista comenzó, a partir de ayer, a dar sus primeros pasos.