El ex alcalde de La Jonquera dice que informó a un confidente de la policía sobre la evasión de capital

Josep María Mezquida, ex alcalde de La Jonquera hasta el momento de su detención, acusado de formar parte de una red de evasión de capitales, reafirmó ayer en Madrid, en el transcurso de una conferencia de prensa, que no sólo no tiene nada que ver con el asunto sino que lo había denunciado anteriormente aunque no por conductos oficiales. El encausado, en libertad bajo fianza de treinta millones de pesetas fijada por la autoridad judicial que entiende el sumario, admitió que posiblemente su comportamiento a la hora de hacer la denuncia no fue todo lo acertado que debiera.En efecto, Josep María Mezquida, reconoce que diez días antes de su detención fue primero invitado, y después presionado, para que participara en una operación de evasión de capitales en la que su misión sería pasar físicamente el dinero de territorio español al francés. Quienes se lo propusieron, amigos suyos en algún caso, debían confiar en que por su calidad de alcalde de la localidad fronteriza de La Jonquera, residente en el barrio de Los Límites -situado inmediatamente detrás de la aduana española-, le resultaría relativamente fácil "cruzar de acera para encontrarse en territorio francés".

El ex alcalde de la localidad gerundense afirma, no obstante, que se negó a dicha operación y que si no la denunció en un primer momento fue en aras a la amistad que le unía con uno de los que se lo proponía. A pesar de esta amistad, y una vez que las invitaciones se transformaron en presiones, e incluso llegaron a las amenazas fisicas, Josep María Mezquida decidió denunciarlo a la Guardia Civil, aunque no a través de los miembros del cuerpo que cumplen su tarea en el pueblo del que era la primera autoridad.

Prefirió, siempre según su versión, ponerlo en conocimiento de Eduardo Solé, persona que suele vivir en Francia y del que se afirma informaba a las autoridades españolas sobre posibles movimientos de los campesinos franceses contra propiedades españolas, como los camiones que cruzan el país galo con frutas. Según Mezquida, Solé incluso cobraba por estas informaciones, lo que en su opinión suponía un engarce más o menos oficial con los cuerpos de seguridad españoles. Relaciones tirantes con la Guardia Civil de La Jonquera por su posición oficial de alcalde, aunque se podría hablar de que individualmente no se producían esos choques, serían las causas dadas por Mezquida para no ir al cuartelillo a hablar con el jefe del puesto.

La imposición de treinta millones de pesetas de fianza, cantidad equivalente a la que se le acusa de tratar de evadir, plantea problemas legales según el encausado y su abogado. En su opinión, la coincidencia de las dos cifras induce a establecer un cierto paralelismo que debe negarse en todo momento.