Shultz pide un reforzamiento de las relaciones con China para enfrentar los 'desafíos estratégicos'

El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, deseó ayer en Pekín que las relaciones entre China y Estados Unidos se refuercen para hacer frente a los desafíos estratégicos en el mundo. Shultz tomó la palabra durante un banquete que le ofreció su homólogo chino, Wu Xueuian, y aunque no mencionó expresamente a la Unión Soviética, sí recalcó las "amenazas muy serias para la paz desde Kampuchea (Camboya) a Afganistán, pasando por Africa y Oriente Próximo".

Wu Xueuian recordó, por su parte, las nubes oscuras que entorpecen las relaciones norte americano-chinas. En su discurso, el ministro chino de Exteriores hizo especial hincapié en la voluntad china de desarrollar una política exterior independiente y de oponerse al hegemonismo, palabra que en el vocabulario político chino alude a la vez a la URSS y a Estados Unidos, países que Wu no llegó a mencionar.El responsable de la diplomacia china evocó también el comunicado conjunto chino-norteamericano del pasado mes de agosto según el cual Estados Unidos se comprometió a reducir paulatinamente su ayuda militar a Taiwan y que Wu calificó de "paso importante tendente a la eliminación de los obstáculos".

En el avión procedente de Tokio, el jefe de la diplomacia norteamericana declaró a la Prensa que esperaba conseguir "una cierta comprensión" por parte de las autoridades chinas de cara a la política exterior, y que estaba dispuesto a abordar la eventual venta de armas norteamericanas a China.

China ha condenado horas antes las maniobras militares conjuntas que acaban de iniciar Estados Unidos y Corea del Sur mediante un comentario en el principal diario chino publicado el mismo día de la llegada de Shultz.

El Remin Ribao, órgano del Partido Comunista Chino (PCCh), proclama que "el pueblo chino expresa su firme apoyo" a Corea del Norte y acusa a Estados Unidos de manifestar, con su participación en las maniobras Team Spirit 83, un comportamiento que "no sólo perjudica las perspectivas de reunificación de Corea, sino que agrava la división entre las dos partes de Corea". Cuando abandone China, dentro de tres días, Shultz viajará a Corea del Sur.

Durante su encuentro con la Prensa, en el avión que le llevaba a Pekín, Shultz recordó que su predecesor en el cargo, Alexander Haig, había anunciado al término de su visita a Pekín, en junio de 1981, que Estados Unidos estaba dispuesto a vender a China armas ofensivas, aunque cada entrega necesitaría una autorización especial. Pero esta decisión no ha tenido ninguna consecuencia práctica, y el secretario de Estado anunció que volvería ahora a abordar el tema con los dirigentes chinos Esta perspectiva abierta por el viaje de Haig quedó rápidamente bloqueada a causa del deterioro de las relaciones chino-norteamericanas debido al contencioso que les enfrenta a propósito de la ayuda militar norteamericana a Taiwan.

Los círculos diplomáticos de Pekín no descartaban que Shultz aprovechase su estancia para entrevistarse con el príncipe Norodom Sihanuk, líder de la coalición de los movimientos camboyanos en lucha contra el régimen provietnamita de Phnom Penh.